El Gobierno conservador de Portugal alcanzó un acuerdo con el partido ultraderechista Chega para endurecer la Ley de Nacionalidad y aumentar los requisitos y tiempos de espera para obtener el pasaporte portugués.
La nueva versión de la norma prevé restringir los visados de búsqueda de empleo a trabajadores cualificados y elimina la posibilidad de que ciudadanos regularicen su situación tras ingresar con un visado de turista.
El texto también limita el acceso a la ciudadanía de hijos de migrantes nacidos en Portugal, aumenta condiciones para los adultos y pone fin al régimen especial para descendientes de judíos sefarditas.
Portugal endurece su política migratoria
Con la reforma, los hijos de migrantes nacidos en territorio portugués deberán declarar explícitamente que desean obtener la nacionalidad y al menos uno de los padres deberá contar con residencia legal desde hace cinco años. Hasta ahora, el pasaporte se otorgaba de forma automática si uno de los progenitores residía legalmente en el país.
Los hijos extranjeros adoptados por ciudadanos portugueses, que recibían la nacionalidad de manera automática, también deberán solicitarla bajo el nuevo esquema.
Más requisitos para adultos
Para los adultos que busquen la ciudadanía, la residencia legal mínima será de siete años cuando se trate de ciudadanos de países de lengua oficial portuguesa o de la Unión Europea. Para solicitantes de terceros países, el plazo aumenta a diez años, frente a los cinco que se exigían hasta ahora para todos los casos.
Además, la Asamblea de la República aprobó una modificación del Código Penal que habilita a los tribunales a revocar la nacionalidad a personas condenadas por delitos graves.
En ese sentido, también se rechazará cualquier visado de residencia, de búsqueda de trabajo calificado o de estadía temporaria a toda persona que haya entrado o permanecido ilegalmente en Portugal.
Portugal: Montenegro anunció nuevas medidas
En un discurso televisado, el primer ministro Luís Montenegro señaló que su Gobierno —sin mayoría absoluta en el Parlamento— seguirá impulsando restricciones migratorias. Su próximo paso será una nueva ley destinada a facilitar las deportaciones.
El acuerdo con Chega se inscribe en la postura anunciada tras las elecciones de mayo, cuando Montenegro advirtió que contaría con el apoyo de la extrema derecha, segunda fuerza más votada, para avanzar con estas reformas.
La posición de Chega
“Portugal se une al grupo de países europeos donde será más difícil obtener la ciudadanía”, declaró el presidente de Chega, André Ventura, en el Parlamento. Según explicó, el acuerdo implicó “concesiones de ambas partes”.
Tras horas de negociación, el Gobierno aceptó incluir dos de las tres iniciativas propuestas por Chega: la pérdida de nacionalidad para quienes la hayan obtenido “de forma fraudulenta” y la obligatoriedad de que los solicitantes cuenten con medios de subsistencia propios, sin depender de subsidios estatales.
Nuevas estructuras de control migratorio
En julio, el Parlamento aprobó la creación de una unidad especial dentro de la Policía Nacional para combatir la migración irregular y coordinar deportaciones.
El mes pasado, el Ejecutivo presentó una nueva versión de la reforma migratoria para responder a las observaciones del Tribunal Constitucional respecto de las restricciones a la reunificación familiar.
El Gobierno prepara ahora su siguiente avance, mientras las reformas profundizan el giro en la política migratoria del país.


























