El otoño trae temperaturas más bajas y cambios en la naturaleza. Todo el entorno se transforma y se tiñe de colores terrosos, apagados. Pero también puede alterar el estado de ánimo de forma significativa.
El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es un tipo de depresión que aparece cíclicamente, sobre todo en los meses con menos luz solar, y afecta a millones de personas en el mundo, muchas veces sin ser diagnosticado.
A diferencia de un simple bajón anímico, el TAE es una condición reconocida por organismos internacionales de salud mental y tiene causas biológicas concretas: la reducción de la exposición solar altera la producción de serotonina y melatonina, dos sustancias clave en la regulación del ánimo y el sueño, y afecta el ritmo circadiano, lo que genera un desequilibrio emocional.
Síntomas comunes y señales de alerta
Quienes padecen TAE suelen experimentar:
- Fatiga persistente
- Tristeza o apatía sin causa aparente
- Pérdida de interés en actividades habituales
- Aumento del apetito (especialmente por harinas y azúcares)
- Dificultad para concentrarse
- Irritabilidad
- Trastornos del sueño: desde insomnio hasta hipersomnia
En sus formas más severas, puede derivar en depresión mayor si no se trata a tiempo.
“El cansancio, la desmotivación o los cambios en el apetito pueden pasar inadvertidos si no se los vincula con el patrón estacional”, explica Liliana Acuña (MP 4379), psicóloga de Boreal Salud, quien asegura que muchas personas consultan sin saber que estos síntomas tienen relación directa con la falta de luz natural.
A quiénes afecta más
El TAE es más común en:
- Mujeres
- Adultos jóvenes
- Habitantes de zonas con inviernos largos o muy oscuros
En Estados Unidos se estima que afecta al 5% de la población adulta (unos 10 millones de personas), según el Instituto Nacional de Salud Mental.

El tratamiento funciona si se aborda a tiempo
El abordaje más frecuente es la fototerapia, una exposición diaria a luz artificial intensa que simula la luz del sol. También se puede indicar psicoterapia, actividad física regular y, en algunos casos, medicación antidepresiva.
“El cuerpo humano está programado para responder a la luz natural. Cuando esa luz escasea, puede producirse un desajuste emocional. La buena noticia es que el tratamiento da buenos resultados si se inicia a tiempo”, indican desde Boreal Salud.
Además recomiendan:
- Mantener horarios regulares de sueño
- Aprovechar las horas de luz para salir al aire libre
- Consultar con profesionales ante los primeros síntomas
Detectar los síntomas del TAE y comprender que existen tratamientos eficaces puede marcar la diferencia en esta etapa del año. Consultar con un profesional de salud mental es clave para evitar que el trastorno avance o se cronifique.