La reconocida artista surcoreana HyunA, de 33 años, protagonizó un incidente alarmante durante su actuación en el festival Waterbomb Macao 2025.
La cantante se desplomó repentinamente mientras interpretaba su éxito Bubble Pop!, debiendo ser retirada inconsciente del escenario por personal de seguridad. Horas más tarde, la artista recurrió a Instagram para dirigirse a sus seguidores y pedir disculpas por no poder terminar el espectáculo, asegurando que “no recuerdo nada de lo que pasó”.
El riesgo de las dietas ultrarrestrictivas
El desmayo ocurrió poco después de que HyunA hiciera público que había perdido drásticamente 10 kilos en un lapso de sólo un mes. La cantante había confirmado que su peso había descendido a 49 kg y buscaba cambiar el primer dígito de su peso tras rumores de un supuesto aumento posterior a su matrimonio.
La estrella del K-pop padece de síncope vasovagal, una condición médica diagnosticada en 2020 que provoca descensos bruscos de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, cuyos detonantes incluyen el estrés, la fatiga o las dietas extremas.
La presión estética por la delgadez no es nueva para la artista. HyunA, veterana del K-pop que debutó a los 15 años, confesó en el pasado que llegó a alimentarse con una única pieza de kimbap al día para mantener su figura, lo que le provocó desmayos hasta 12 veces en un mes.
Estándares de belleza coreanos
El caso de HyunA reabre el debate sobre los rígidos estándares de belleza en Corea del Sur y en la industria del K-pop. Estos patrones son muy deseables y pueden llevar a la obsesión por alcanzar la imagen de perfección aceptada socialmente.
El estereotipo de belleza coreano prioriza una piel blanca pálida, un rostro pequeño, ojos grandes con doble párpado, nariz respingada y, fundamentalmente, un cuerpo delgado.
Para las mujeres coreanas de estatura promedio (150-160 metros), se espera que pesen entre 40 a 50 kg; de lo contrario, pueden ser consideradas “gordas” o con sobrepeso.
Los ídolos del K-pop, quienes se convierten en un referente del “cuerpo ideal” para los adolescentes que consumen este contenido, se ven sometidos a años de entrenamiento y a dietas extremas para mantener la delgadez.
Consecuencias para la salud mental y física
Especialistas advierten que estas prácticas extremas pueden derivar en trastornos neuropsíquicos, alteraciones gastrointestinales, y problemas psicológicos como la depresión.
La restricción calórica severa, como la que imponen algunas dietas populares entre los artistas (comer sólo pepino, solamente cubitos de hielo o ayunar por varios días), puede generar deterioro cognitivo y desnutrición severa.
La doctora Mónica Katz, especialista en Nutrición, alertó que un gran daño se origina en los jóvenes, ya que “cuando no comés, te comés”.
El organismo, al hacer esfuerzos por mantener la vida durante el ayuno o la desnutrición, puede generar desmineralización de los huesos, pérdida de masa muscular, y complicaciones cardiovasculares, como un mayor riesgo de colesterol y prolapso de válvula mitral. La preocupación por la imagen corporal y el culto a las celebridades son factores de riesgo ante el desarrollo de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).





























