El Centro de Almaceneros de Córdoba advirtió que la liberación del precio del aceite sobre el canal comercial minorista de Argentina generó en las últimas 24 horas “un histórico incremento del 125 por ciento en las principales marchas de este producto de la Canasta Básica Alimentaria”.
Este incremento tiene impacto en comercios donde se abastece de alimentos el 68 por ciento de las y los consumidoras/es del país, alertó Almaceneros.
“La decisión de las aceiteras con mayor presencia en el mercado nacional de trasladar al comercio de proximidad todo el incremento del 125 por ciento y a las grandes superficies sólo un 21 por ciento permite ver una sugerente incidencia del Gobierno Nacional, en procura de que al menos en la lista de productos del Programa Precios Cuidados (casualmente actualizada hoy -por este jueves) no se reflejen ni impacten en los relevamientos del Indec los exuberantes aumentos del precio de los alimentos”, denunció, en un comunicado, la organización.
“El Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de la Provincia de Córdoba manifiesta su alto grado de preocupación por la decisión -sin comunicación previa ni posterior- de las empresas aceiteras abastecedoras con la anuencia del Gobierno nacional, de desactivar parcialmente el fideicomiso aceitero, retirando para el canal minorista todo tipo de subsidios a este producto”, señalan.
“Segregando abiertamente a los comercios minoristas de toda la República y direccionando la venta hacia las grandes superficies (súper e hipermercados) donde sólo se abastece el 32 por ciento de la población con mayor poder adquisitivo”, dice el texto del duro comunicado de la entidad.
Según comentaron referentes del sector, este movimiento en los precios que afecta la cadena de comercios de cercanía se habría acordado el pasado 23 de agosto, cuando el secretario de Comercio Interior y Exterior de la Nación, Matías Tombolini, se reunió con principales representantes de la industria aceitera argentina, para analizar el funcionamiento del fideicomiso de US$190 millones anuales.
Ese día los representantes aceiteros manifestaron su preocupación porque el mecanismo financiero, creado con aportes de exportadores y abastecedores, estaba llegando al límite del presupuesto previsto para este año y que además “existía una gran brecha entre los precios que recibe el consumidor y el precio subsidiado salido de fábrica” lo que generaba “una enorme pérdida para la industria, sin beneficio para el consumidor”, según publicó, entonces, el diario La Nación.
“En dicha reunión el sector aceitero y el Gobierno acordaron encontrar mecanismos más directos de comercialización para que “el consumidor sepa que, efectivamente, existe un aceite subsidiado y que puede elegir entre ese aceite y el resto”, relatan los almaceneros.
Lo planteado por la industria aceitera respecto a la “brecha existente entre el precio subsidiado de la industria y el precio al consumidor” es acertado para los comerciantes minoristas. “Particularmente tomando como escenario el pasado mes de julio, cuando la renuncia del exministro Martín Guzmán originó una debacle económica (corrida cambiaria y estampida de precios en general), período durante el cual la misma industria aceitera, en una acción casi sin precedentes, desabasteció al mercado interno, haciendo elevar cuantiosamente el precio corriente del producto”, recordaron.
Respecto al compromiso del Gobierno nacional con la industria aceitera de encontrar “mecanismos más directos de comercialización” para que los consumidores puedan elegir entre el “aceite subsidiado y el resto”, los almaceneros se quejaron amargamente: “lamentamos que con absoluto menosprecio por el sector comercial minorista argentino se haya optado por comercializar el aceite subsidiado exclusivamente en grandes superficies privando a los hogares con menos recursos económicos de acceder, a menor precio, a uno de los alimentos esenciales”.
