Mientras que en Córdoba se estudia un probable brote por Ómicron en Jesús María y Colonia Caroya, el avance de esta nueva variante puede cambiar el escenario de la pandemia en el mundo durante el 2022 que podría replicare en el país.
Todavía hay varios interrogantes sobre Ómicron que los científicos están tratando de responder a contrarreloj. Mientras tanto, la variante ya está presente en 56 países y amenaza con expandirse en Europa durante las vacaciones de invierno y las fiestas
Hay tres estrategias para detener el avance de la variante: vacunas, controles a los viajeros y medidas de prevención en el interior del territorio (uso de barbijo, restricción de la circulación y de los aforos en los espacios cerrados, etc.).
Cuando se encendió la alerta por Ómicron, la mayoría de las naciones apostó por la vacuna y sumaron controles a los viajeros que provenían de África, donde se detectaron los primeros casos. Argentina se sumó a esta opción.
Pero luego se determinó que la variante ya estaba presente en Europa. Los expertos advierten que los controles en las fronteras deben ser generales para que tenga efecto.
Por este motivo algunos países europeos están aplicando restricciones al interior de las ciudades como volver a imponer la obligación en el uso del barbijo, al teletrabajo, clases virtuales y restricciones en bares y otros espacios públicos.
Son los casos de Reino Unido, Dinamarca y Países Bajos, entre otros. Y en todos rige el pase sanitario, que funciona como un virtual confinamiento de los no vacunados.
Vacunas y Ómicron
La gran apuesta para frenar Ómicron son las vacunas, pero los primeros datos son agridulces. Según estudios preliminares, los anticuerpos de las personas vacunadas parecen tener buena eficacia para reducir la chance de que el infectado termine con un cuadro grave o muerto.
Sin embargo, son mucho menos eficaces para detener los contagios y los cuadros más leves. Los países reportan muchos casos de Ómicron entre vacunados con hasta tres dosis.
“Las vacunas siguen siendo muy eficientes en evitar la enfermedad grave, sobre todo si se tiene dos o tres dosis. Los primeros resultados de Sudáfrica y Reino Unido aseguran que la protección disminuye frente a Ómicron, pero es suficiente por lo que los científicos creen que no será necesario un cambio en la fórmula de las vacunas”, comenta Mario Lozano, virólogo del Conicet y la Universidad Nacional de Quilmes.
Por su parte, Rodrigo Quiroga, experto en bioinformática del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), agrega: “Estimaciones rápidas indicarían que la efectividad de las vacunas para prevenir infección sintomática que es del 90 al 95 por ciento para otras variantes caería al 30 o 50 por ciento para Ómicron”.
En tanto, Gabriel Morón, experto en inmunología del Conicet y la UNC, advierte que con Ómicron pareciera muy importante tener una “inmunidad plena” al momento del contacto con la variante.
“En Europa se observa que la protección mayor se logra si la persona tiene tres dosis, la cual fue aplicada hace poco tiempo. En cambio, si la persona no recibió ese refuerzo, es muy probable que ya haya pasado mucho tiempo desde la segunda dosis, entonces la inmunidad no estaría a pleno” detalla.
Pero advierte que todavía no hay datos sobre la eficacia frente a Ómicron de las vacunas que más se aplican en Argentina:Sputnik V, AstraZeneca y Sinopharm.
Medidas para frenar la nueva variante
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad en esos casos en el que el Ómicron igual contagió a vacunados? Todavía es muy pronto para saberlo. Aunque los primeros informes desde Sudáfrica indicaban que esta versión del virus era menos dañina, no hay datos para afirmar que esta variante genere cuadros más o menos grave que las anteriores.
Lo que sí está claro es que se trata de una versión más contagiosa y que generará más contagios entre los vacunados (conocidos en inglés como breakthrough cases).
Y eso provocará un gran impacto epidemiológico en los países. “No podremos controlar la circulación de Ómicron solamente con vacunación, como logramos hacer con Delta”, señala Quiroga.
Según este experto, los casos por esta variante en Europa se están duplicando cada tres días y se volvería dominante antes de fin de año en ese continente, es decir, solo seis semanas desde que comenzó a circular en la población.
Para Quiroga, la gravedad de Ómicron se debe a que podría infectar a millones aún entre vacunados, con los cual puede provocar muchos internados y fallecidos, y estresar el sistema sanitario.
Retrasar el ingreso y vacunar
Frente a vacunas menos efectivas para detener Ómicron, la alternativa de nuestro país es demorar su circulación de Ómicron lo más posible para poder seguir aplicando vacunas (segundas dosis y refuerzos)
Pero también sumar restricciones a los viajeros del exterior con cuarentena obligatoria desde todos los países y una disminución en el número de vuelos, asegura Quiroga.
Y también plantea ajustes en las medidas al interior del país, por ejemplo, con la incorporación del pase sanitario y un verdadero control en el uso del barbijo.
“Todo eso supone un impacto social y económico muy grande, pero es probable que sea menor que el de tener que implementar restricciones como prohibir reuniones sociales y eventos masivos, algo que ya está ocurriendo en Europa”, apunta el investigador.
