Las cáscaras de mandarina están ganando protagonismo en hogares de todo el país. En plena temporada de esta fruta cítrica, una antigua costumbre volvió a popularizarse: colocar sus cáscaras cerca de puertas y ventanas para repeler plagas y aromatizar los ambientes.
Este método casero es simple, accesible y muy efectivo. Gracias a los aceites esenciales que contiene la piel de la mandarina es posible ahuyentar mosquitos, hormigas y otros insectos comunes en el hogar sin usar productos tóxicos.
Cómo usar la cáscara de mandarina para repeler plagas
La técnica consiste en ubicar cáscaras frescas en pequeños recipientes o platitos, cerca de aberturas como puertas, ventanas o rincones estratégicos. El aroma cítrico se dispersa con el aire, generando una sensación de frescura. Incluso cuando se secan, las cáscaras siguen desprendiendo su fragancia durante varios días.
Ventajas clave de este truco
- Funciona como repelente natural
- Elimina olores y perfuma el ambiente
- Reutiliza un residuo que habitualmente se tira
- Es ecológico, económico y accesible

Qué beneficios tiene la mandarina para la salud
Además de su utilidad en el hogar, la mandarina es una fruta funcional que aporta múltiples beneficios al organismo. Rica en vitamina C, refuerza el sistema inmunológico y previene resfríos. También contiene antioxidantes que estimulan la producción de colágeno y mejoran el aspecto de la piel.
Su alto contenido de fibra favorece la digestión, mientras que su bajo aporte calórico y su elevado nivel de agua la hacen ideal para hidratarse y cuidar el peso.
Además colabora en la salud cardiovascular al reducir el colesterol LDL y aporta ácido fólico, esencial durante el embarazo.
La temporada ideal para aprovecharla
En Argentina, la mandarina se consigue en mejor calidad y a menor precio entre los meses de abril y agosto, especialmente en junio y julio. Por eso, este es el momento ideal para aprovecharla no solo como alimento saludable, sino también como un recurso natural para el hogar.