Tres policías que trabajaron bajo las órdenes del excomisario Pablo Márquez pasaron este miércoles como testigos en la segunda audiencia del juicio que se le sigue al exjefe del CAP 8, acusado de ordenar detenciones ilegales para elevar la estadística.
Al comienzo de la jornada, el tribunal ordenó una medida de no innovar para que ningún testigo de los que pasó y pasará por el juicio pueda ser trasladado o sufrir alguna represalia mientras dure el proceso.
La medida había sido solicitada ayer por la fiscalía luego de que algunos testigos sindicaran que tras denunciar a Márquez sufrieron hostigamientos y traslados a otros distritos.
Un “colchón” de detenidos
Este miércoles, en la Cámara 6° del Crimen y ante jurados populares, se escucharon los testimonios del oficial Fernando Soler, y los cabos primero Nelson Loyola y Daniel Gálvez.
Los testigos mencionaron que se les exigía cumplir con un “colchón de detenidos”, es decir, un mínimo de personas aprehendidas.
Al igual que los testigos de ayer, mencionaron la existencia de un “cuadro de premiación”, en el que se destacaba a los uniformados que conseguían más actuaciones.
Los testigos dijeron que la orden era detener, “ya sean inocentes o no”, y contaron cómo era el modus operandi de las detenciones ilegales: se “provocaba” a los inocentes con frases descalificativas para hacerlos reaccionar y poder llevarlos.
Márquez está acusado de abuso de autoridad reiterado y coacción reiterada. El juicio continuará mañana con otros seis testigos.
