El decreto presidencial del 21 de julio de 2021, por el que se reconoce en el DNI a las personas no binarias bajo la nomenclatura “X” en el campo “sexo”, ya cumplió más de un año y generó al menos 500 cambios en todo el país, según datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper).
Sin embargo, aunque este cambio fue celebrado por el colectivo LGBTIQ+, quienes hicieron el cambio registral comenzaron a tener ciertos problemas administrativos con entidades bancarias, de servicios u otras porque no tienen actualizados sus sistemas para el reconocimiento de este género.
Jade Victoria Giménez es de Córdoba y obtuvo su DNI no binario este año. Fue noticia de La Voz y celebró la nueva posibilidad de que su identidad de género pudiera verse reflejada en su documento: no es mujer ni hombre, es persona de género no binario.
Cuando comenzó a hacer trámites, se encontró con algunas trabas, ya que hay sistemas que aún no actualizan la base de datos y la posibilidad de incorporar otro género. “En mi caso, sufrí malos tratos y un problema grave, porque tenía una deuda en mi tarjeta de crédito. Yo la quería pagar, pero como la deuda se había generado con mi nombre anterior, el banco Francés no me quería dar información acerca del monto. Yo quiero pagar la deuda y no puedo”, indicó en diálogo con La Voz.
En medio de ese proceso, que fue largo, Jade asegura que sufrió malos tratos y que las personas interlocutoras de esa entidad bancaria se referían a ella con su nombre anterior.
“Las personas no binarias sufrimos discriminación todos los días de nuestras vidas. Te hacen sentir que no existís”, indicó.
Matías, alias “Pippi”, es de General Deheza. Luego de su cambio de DNI, quiso cambiar la titularidad de su motocicleta, pero en el Registro del Automotor no tenían actualizado el sistema para incluir en el casillero “sexo” la nomenclatura “X”. Por ello, tuvo que elegir entre femenino y masculino, y abajo la persona que lo atendió dejó consignado en “datos complementarios” que la persona titular de la moto es de género no binario.
Tres entidades clave
Dani De Felippo, junto con Nathanael Lobo y Mailo Romano, formaron la organización NoBinariesArgentina con el fin de relevar estos problemas. Tiene sede en la provincia de Buenos Aires, pero hicieron asambleas abiertas con personas no binarias de todo el país. “Acercamos esos problemas al Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación. Nos recibieron y tomaron nota del reclamo, pero el decreto aún no cumplía un año. Estaban empezando a relevar los problemas, así que no nos dieron grandes soluciones en el momento”, dijo Dani en diálogo con La Voz.
“Si bien estamos orgullosos de todas las leyes ganadas con anterioridad, como la ley de Identidad de Género y el decreto que nos pone a los no binaries en palabras, comenzamos a detectar muchos problemas administrativos”, explicó Dani. En ese sentido, dijo que los principales problemas se generaban en tres lugares clave y que de allí se derivan a otras dependencias: “Afip, Anses y Banco Nación aún no adecúan sus sistemas informáticos para dar la opción X, y no sólo la F (de femenino) y la M (de masculino). Entonces hay otros servicios linkeados a estas entidades, como por ejemplo, los de telefonía, que no pueden aplicar el cambio si antes no lo hace alguna de las entidades anteriores con la que está relacionada esa persona”.
Nathanael, de la misma organización, se considera un “privilegiado” por haber hecho el cambio en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el trámite no tardó más de un mes, aunque se lamenta que en otras localidades y provincias tengan tantas trabas para el reconocimiento de la identidad de las personas no binarias.
“En muchos servicios, como telefonía, luz y gas, no se nos ha permitido modificar nuestros nombres en nuestro campo ‘sexo’. Yo mismo sufrí discriminación en un banco. Esto hace que les no binaries nos tengamos que acercar a hacer trámites que respeten nuestras identidades”, explicó.
Luego indicó que esto hace que tengan que elegir “entre acceder a un servicio o ejercer el derecho a la identidad”. “Esto habla de la falta de cumplimiento de la ley de Identidad de Género, de la ley Micaela, sobre capacitación en género a entidades públicas y de implementación de la ley de Educación Sexual Integral. Más que problemas individuales, son problemas colectivos”, aseguró Nathanael.
En ese sentido, recordó las tres entidades principales que mencionó Dani y dijo: “Esto sin contar las instituciones educativas y el sistema de salud, donde también hemos relevado problemas”.
Desde la organización, valoran el gran avance de “poder sentir la validación de manera legal”, pero a su vez reclaman que se actualicen los sistemas de datos.
“Como organización, estamos trabajando para solucionar estos problemas y que más gente se anime a hacer sus cambios de DNI”, concluyó Dani.
