La utilización cada vez más frecuente de terapias hormonales feminizantes ha despertado interrogantes sobre el efecto que podrían tener en personas de sexo masculino asignado al nacer, ya que enfermedades reumáticas autoinmunes como el lupus afectan a nueve mujeres de cada 10 pacientes. De hecho, es habitual que las personas consulten qué peso tiene el sexo a la hora de definir una patología autoinmune, cuánto influyen las hormonas y, también, qué puede suceder en el embarazo.
“Sin embargo, en preponderancia, tienen mayor peso los cromosomas a la hora de definir la aparición de estas enfermedades”, sostiene Michael Lockshin, director emérito del Centro Bárbara Volcker para Mujeres y Enfermedades Reumáticas, quien disertó sobre el tema en el 55° Congreso Argentino de Reumatología, que se desarrolló en Córdoba del 12 al 15 de octubre últimos.
Ciertas enfermedades autoinmunes son predominantemente femeninas
“Es bien sabido que ciertas enfermedades autoinmunes son predominantemente femeninas, aunque la gente tiende a ponerlas a todas en la misma bolsa”, señala el también profesor de medicina, obstetricia y ginecología del Joan and Sanford Weill College of Medicine de la Universidad de Cornell.
“En lupus, la tiroiditis de Hashimoto y el síndrome de Sjögren, son mujeres nueve de cada 10 pacientes. Pero en la artritis reumatoidea y la esclerodermia, la probabilidad es de tres mujeres por varón”, aclara el especialista.
El experto sostiene que, desde el punto de vista científico, hay muchas variables que pueden explicar el desarrollo de una enfermedad autoinmune. “Por supuesto, debemos pensar en las hormonas. Pero probablemente estas sean menos importantes a la hora de marcar una diferencia. Creo que los genes en los cromosomas X y cómo se distribuyen en los pacientes también intervienen. En definitiva, todas esto se debe tener en cuenta, pero, por sí solas, las hormonas no explicarían el desarrollo de la enfermedad”.
Algunas enfermedades autoinmunes no tienen que ver con el sexo
Por el contrario, existen otras enfermedades autoinmunes que nada tienen que ver con el sexo. Por ejemplo, la diabetes tipo 1 o la enfermedad intestinal inflamatoria. Incluso hay un par de patologías que son predominantemente masculinas.
“Reconocemos las enfermedades por lo que son y la ciencia no ha alcanzado a descifrar completamente por qué se dividen de la manera en que lo hacen. Pero también es cierto que necesitamos anticiparnos y planificar”, advierte Lockshin.
Analizar la información de cada paciente, la clave
Para el experto, la clave es analizar la información de cada paciente y de allí decidir qué abordaje realizar. En esa línea, señala que el nivel hormonal de una persona está en constante cambio y ejemplifica con los ciclos menstruales y los embarazos. “Esto parece no influir en absoluto en ciertas enfermedades”.
No obstante, considera que una de las incógnitas claves a despejar “es el impacto de las enfermedades autoinmunes en transexuales”. “Sólo hay 24 casos reportados mundialmente –detalla-, de los cuales en 22 se pudo obtener información. En dos de ellos se vieron cambios en el desarrollo de la enfermedad, pero todavía falta bibliografía y estudios sistematizados. Lo mismo sucede con homosexuales, en los cuales no pareciera haber cambios en el riesgo de tener una enfermedad autoinmune. Creo que este es un buen interrogante que nos venimos planteando en 2022″.
Si bien hay cosas que ya se saben, como el manejo de una paciente con lupus durante el embarazo o la prescripción de anticonceptivos, hay otras cuestiones que la ciencia debe resolver.
Finalmente, el experto aconseja a los especialistas llevar tranquilidad a sus pacientes, aclarando que, en cada organismo, las reglas son diferentes. “La respuesta más sincera que podemos dar es que estamos en condiciones de acompañarlos en cada proceso, pero todavía hay cuestiones que desconocemos”, concluye.
