La noticia dejó consternada a la ciudad de Oncativo: un hombre de 72 años mató a su pareja, de 74, y después se quitó la vida. Llevaban juntos casi 50 años. Tenían dos hijas, que todos los días iban a visitarlos, y varios nietos.
De hecho, una de las nietas fue la primera en ver la escena que luego la Policía daría a conocer. “La chiquita se bajó del auto de la madre, se asomó por el picaporte de la puerta de la casa de sus abuelos y volvió corriendo al auto, llorando”, describió a La Voz un vecino que fue testigo de ese momento.
Más tarde, y tras el llamado de una de las hijas de la pareja, la Policía irrumpió en la casa de calle Alberdi. Para ingresar debieron romper la puerta principal.
El parte policial consigna que los agentes observaron en la cocina el cuerpo de Felisa Paulina De lo Santo, de 74 años. Tenía heridas cortantes a la altura del cuello. En el dormitorio, sobre la cama matrimonial, hallaron a su pareja de toda la vida, Mario Raúl Picca, de 72 años, con heridas cortantes en el abdomen y el cuello.
Según se pudo establecer, al menos como hipótesis principal aunque la investigación está abierta, él le quitó la vida, utilizando una navaja, y después se suicidó.
Dolor y asombro en Oncativo
En el barrio donde la pareja vivía desde hace muchos años, no hacen otra cosa que hablar bien de ellos. “Eran excelentes. Gente muy buena, muy querida por todos. A la tardecita se sentaban afuera a tomar mates”, dijo un vecino señalando la casa de la pareja.
Otro vecino contó que llevaba muchos años viviendo pegado a la casa de ellos. “Jamás escuché una pelea”, señaló. Cuando ocurrió todo, él estaba en Córdoba. Ahora se lamenta de que, de haber estado en su casa, podría quizá haber hecho algo.
Y contó que casi todas las tardes compartían unos mates. “Mario me dijo que estaba muy deprimido por la enfermedad de su esposa”, señaló el hombre.
Al parecer el cuadro se venía agravado en el último tiempo. Hace poco la mujer se había perdido y fue encontrada en un campo, a varios kilómetros de su casa.
“Él trataba de salir, pero le costaba. Hace unos días se había ido a pasear, tratando de despejarse un poco, pero al día siguiente pidió volver a su casa porque no se sentía bien”, contó.
El hombre estaba bajo tratamiento. Este jueves tenía turno al psiquiatra y a un neurólogo.
La pareja pasaba gran parte del día en su casa, especialmente desde que él se jubiló. Hasta no hace mucho Mario trabajó en la mueblería de su hermano.
“Acá estamos todos tristes. No podemos creer lo que pasó”, dijo otro vecino con la mirada clavada en la casa de la pareja. “El miércoles me llamó la atención que la persiana de la ventana estaba baja. Y después nos enteramos de todo”, contó.
¿Femicidio?
Un femicidio siempre es un homicidio. Sin embargo, el homicidio de una mujer no necesariamente es un femicidio. Para que lo constituya, tiene que mediar una violencia y un contexto particular. Y eso es lo que se trata de determinar judicialmente: si en la muerte de la mujer de Oncativo su pareja la habría matado en un contexto de violencia de género.
En la causa, que no tiene imputados (no los tendrá si se cierra como homicidio seguido de suicidio), interviene la Fiscalía de Instrucción de Río Segundo.
El expediente está a cargo de la fiscal María Florencia Espósito, que evitó dar declaraciones a la prensa.
Fuentes cercanas a la causa dijeron que todavía no hay una hipótesis confirmada, aunque una asome como principal, y que aún están en plena fase de investigación, por lo que todavía no se estableció un encuadre legal.
Hasta aquí se tomaron testimonios de familiares y vecinos.
“Con lo que tenemos podemos ya descartar la probabilidad de robo. Estamos ante una situación familiar”, explicaron. Y deslizaron que no era un matrimonio con antecedentes de violencia. No hay registros de denuncias en ese sentido.
Lo que hay es una familia y una ciudad conmovida.
