La localidad de Obispo Trejo, en el norte cordobés, atraviesa un conflicto institucional que involucra a su intendenta, Silbia Mansilla (49), a su pareja actual, y a la expareja de este último, Mónica Andrada (35). El caso escala más allá de las cuestiones personales e involucra ya al municipio.
Hay abierta una investigación en la Fiscalía de Distrito 2, Turno 4, de Córdoba capital. El caso incluye acusaciones de violencia física y otras derivadas al Polo de la Mujer.
Según consta en la denuncia radicada en la comisaría de Villa Santa Rosa el pasado 25 de julio por Mónica Andrada, ese día, cerca de las 22.50, su expareja –José Pedrosa (36)– y la intendenta Mansilla (de Hacemos por Córdoba) llegaron a su domicilio en calle Malvinas Argentinas para llevar a su hija de 3 años, fruto de la relación con Pedrosa.
Allí, según su relato, se acercó a la camioneta a donde estaba Mansilla y le pidió que no publicara más fotos de la niña en redes sociales, algo que, según dijo a La Voz, ya le había solicitado antes mediante una carta documento.
Andrada sostiene que, ante ese pedido, Mansilla reaccionó con insultos, arañazos en el brazo e intentos de golpearla. Luego, siempre según su denuncia, Pedrosa subió el vidrio de la camioneta con su brazo atrapado y arrancó, arrastrándola unos 30 metros mientras ella sostenía a su hija. Asegura que logró liberarse y cayó al suelo.
Luego, relata que fue a radicar la denuncia a Villa Santa Rosa, ya que –según asevera– en la comisaría de Obispo Trejo no quisieron tomarle declaración. “Dieron vueltas y terminaron diciéndome que me fuera a casa y que volviera al día siguiente”, dijo.

En un posteo en redes sociales, Andrada describió la agresión como “brutal” y dijo que su hija presenció toda la escena. “No busco lástima, sino conciencia. Lo que sufrimos no fue solo un ataque físico: fue un intento de silenciar, humillar y amedrentar”, publicó.
Qué dice la intendenta
Silbia Mansilla rechaza todas las acusaciones y sostiene que los hechos ocurrieron de manera inversa.
Según declaró a este medio, al llegar con su pareja para regresar a la niña a su madre, Andrada se acercó a la camioneta para reprocharle por la publicación de una imagen en un estado de WhatsApp, tomada –aclara– con motivo del Día del Padre y no subida a redes sociales abiertas.
Mansilla afirma que Andrada comenzó a insultarla y a recordarle aspectos de su pasado “para provocarla” delante de Pedrosa. Señala que la mujer intentó golpearla, se agarró de su brazo y se negó a soltarlo, mientras ella estaba sentada dentro del vehículo. Ante esa situación, Pedrosa –siempre según su versión– puso en marcha la camioneta a paso de hombre para que la soltara. Niega que el brazo haya quedado atrapado por el vidrio o que la haya arrastrado con el vehículo.
Tras el episodio, la intendenta asegura que fue al hospital, constató una lesión en la mano y realizó una denuncia penal contra Andrada.
La causa, sin imputados por ahora, fue girada a la Fiscalía del Distrito 2 Turno 4 de Córdoba.
Mansilla atribuye la repercusión del caso a “una operación política” de ediles opositores, con quienes mantiene un enfrentamiento desde que asumió su cargo en 2019.
Aristas políticas y sociales
El caso tomó mayor notoriedad pública luego de que un concejal de la oposición, que fue candidato a intendente en Obispo Trejo, presentó una carta formal a la Policía para que interviniera, argumentando reclamos de vecinos y acusando a Mansilla de “violencia institucional”.
La intendenta sostiene que esta intervención se debe a su enfrentamiento con algunos ediles.
Mansilla, que gobierna Obispo Trejo desde hace cinco años, ejerce su oficio como peluquera los fines de semana.
Andrada, en tanto, trabaja como niñera y afirma que no había atravesado antes episodios de violencia. Actualmente, cuenta con asistencia del Polo de la Mujer tras su denuncia.
El caso judicial sigue en investigación. Y las implicancias institucionales para el municipio continúan en curso.