Luego de la entrega de 36 motocargas eléctricas a excarreros, el intendente Martín Llaryora envió al Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza por el cual se prohíbe la tracción a sangre en toda la ciudad de Córdoba.
El proyecto modifica el Código de Convivencia Municipal, que en el artículo 220 permite que los carros puedan “transportar y dar disposición transitoria respecto de residuos inorgánicos reciclables, resto de poda, obras y demoliciones de menor escala, cartón o papel”.
Y establece sanciones de entre tres y 10 unidades de multas (UEM) a aquellos que en el “área central” circulen sin autorización con carros con tracción animal. Cada UEM está valuada hoy en 1.593 pesos.
La iniciativa del Ejecutivo municipal establece una multa de 30 a 50 UEM al que “circulare por cualquier medio de transporte tracción a sangre animal dentro del ejido municipal”, ya no sólo en el área central. Y si lleva además a menores, la sanción puede llegar a 60 UEM.
La aplicación de la ordenanza será progresiva, y se establece un año desde que sea publicada en el boletín municipal.
Además, autoriza al municipio a realizar las donaciones con cargo de motovehículos o herramientas de trabajo que fueren incluidas en el “Subprograma de Modernización de Medios de Trabajo para Recuperadores Urbanos”.
Justamente, la decisión la dio a conocer el propio Llaryora en el marco de la entrega de 36 motocargas a excarreros, que eligieron distintas alternativas para dejar el carro: desde continuar como recolectores urbanos o formarse en oficios.
La titular del ente municipal Coys, Victoria Flores, explicó que los que optaron por la segunda opción recibieron un kit de herramientas para que puedan comenzar a trabajar. Hay personas que eligieron ser herreros, carpinteros, jardineros o albañiles.
Los que se inclinaron por seguir vinculados con la recolección de materiales reciclables, además del vehículo eléctrico obtuvieron una pequeña compactadora que permite optimizar la carga.
Flores recordó que un total de 183 recuperadores urbanos de 300 censados ya completaron de manera voluntaria los cursos tanto de oficios (herrería, carpintería, auxiliar en instalaciones eléctricas, pintura de obra, jardinería y recuperador urbano) como de alfabetización, gracias a los convenios firmados con las universidades Nacional y Provincial de Córdoba.
Además, unos 150 recuperadores ya cuentan con su licencia de conducir, gracias al trabajo en conjunto entre el Coys y la Secretaría de Desarrollo Metropolitano, que comprendió ocho módulos de capacitación, chequeos médicos para los aptos físicos y evaluaciones teóricas y prácticas.
El proyecto remarca la importancia de la creación de “programas que fomenten la entrega voluntaria de los animales al municipio” y tiene como objetivo " generar oportunidades de ingreso de dinero genuino y alineado con la normativa vigente en materia de derecho animal”.
Como parte del programa y de la entrega anticipada de equinos que prevé, ya hay 70 beneficiarios que entregaron al Coys sus caballos, que se encuentran bajo el cuidado de instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil especializadas en protección de animales, con las que se firmaron convenios.
Flores destacó que en abril se realizaron las primeras 23 adopciones responsables por parte de particulares que acreditaron contar con los medios de infraestructura y monetarios para cuidar adecuadamente de los animales.
Las motocargas eléctricas tienen garantizado el mantenimiento por un año, y según la titular del Coys, han demostrado ser más eficientes y duraderas que las de motores a combustión. “Ahora tienen un año para empezar a despegar, a afianzarse en sus oficios y a sostenerse por sus medios”, remarcó Flores.
La funcionaria recordó que el trabajo fue personalizado, gracias a un equipo de trabajadores sociales que acompañaron todo el proceso y ayudaron a que gestionaran su documentación, monotributo y todo lo que necesitaran. “Pasaron de estar excluidos del sistema a tener una obra social, ese es el camino que hicieron y es emocionante”, destacó.
Con la sanción de la ordenanza, se espera avanzar sobre los 120 carreros que aún no se sumaron al programa, para que dejen definitivamente la tracción a sangre.
El acto
En el acto, Llaryora afirmó: “Los recuperadores son recicladores urbanos que nos ayudan en la economía circular. Quiero felicitarlos porque han tenido que reaprender. Y de esta forma, le damos solución a un problema que la ciudad tenía, mejorando las condiciones de trabajo, porque ellos son gente de trabajo, que con su trabajo le dan de comer a su familia”.
Mario Martínez, uno de los recuperadores urbanos beneficiados, comentó: “Es un orgullo para nosotros y hay mucho para agradecer a Daniel, Victoria y principalmente a Martín Llaryora. Sentimos alegría con estas motos, porque nos cambió la vida: aprendimos a soldar, a trabajar y a resolver nuestra vida. Si bien dejamos a nuestro querido caballo, ahora tenemos otro cariño que son las motos y ahora vamos por más”.
En el acto también estuvieron presentes miembros de las organizaciones proteccionistas que trabajan con el municipio en la recuperación de los caballos.
Se trata de voluntarios que vienen trabajando desde hace años por la eliminación de la tracción a sangre, y nunca habían compartido un acto público con carreros.
Las excepciones en la ordenanza
El proyecto de ordenanza de prohibición de la tracción a sangre en la ciudad de Córdoba establece excepciones. Se trata de “cualquier medio de transporte tracción a sangre animal las diferentes fuerzas de seguridad nacional, provincial y municipal, y los desfiles, muestras y exhibición, siempre que las condiciones de salud de los animales y circuito previsto, previamente aprobados por la autoridad de aplicación”.
