Una fuerte tormenta de nieve, acompañada de ráfagas de viento, transformó el paisaje del altiplano salteño y brindó una experiencia a los 339 pasajeros de la salida número 65 del Tren a las Nubes el pasado sábado 28 de junio. El evento, calificado por algunos visitantes como “mágico” y “de película”, cubrió de blanco cerros, rutas y pueblos, creando postales históricas.
Este fenómeno meteorológico, sin precedentes en la última década, coincidió con una ola polar que atraviesa gran parte del país, y la combinación del frío extremo con la geografía de altura en la región andina de Salta generó condiciones inusuales. Las imágenes del Viaducto La Polvorilla completamente nevado circularon rápidamente en redes sociales.
La experiencia se desarrolló a más de 4.200 metros sobre el nivel del mar, en uno de los trayectos ferroviarios más elevados del mundo. “Nunca imaginé vivir algo así. Fue como estar en una película. Ver el tren avanzar en medio de la nieve, con ese paisaje único, fue mágico. No lo vamos a olvidar nunca”, expresó Clara, una turista de Buenos Aires que viajó con su familia.
La llegada de la nieve desató una ola de emoción entre los pasajeros, quienes no podían contener la alegría y la sorpresa. Muchos se apresuraron a capturar el momento con fotos y videos, mientras risas, asombro y miradas cómplices se mezclaban con el paisaje blanco, creando una vivencia verdaderamente inolvidable para todos.
El Tren de las Nubes
El Tren a las Nubes, cuya historia se remonta a 1972, conecta el suelo con las alturas, siendo un símbolo de unión entre la Puna salteña y el cielo. Su recorrido, que alcanza los 4.220 metros de altura en la puna salteña, incluye tramos por carretera y vía férrea, permitiendo a los visitantes observar el entorno andino y construcciones destacadas de la ingeniería.
Además de la impresionante geografía, los viajeros pueden conocer elementos culturales de la región, como artesanías locales en el Mercado Artesanal de San Antonio de los Cobres y el taller Thuru Mmaki, museos como el Regional Andino, y disfrutar de la gastronomía autóctona. Paradas adicionales pueden incluir la Iglesia San Antonio de Padua, construida en adobe y piedra volcánica.
La provincia de Salta registró un marcado descenso de temperatura en los últimos días, lo que propició el fenómeno presenciado por los pasajeros. El sábado por la tarde, la capital marcaba 19,2°C, mientras que el domingo por la mañana la temperatura bajó a 7,7°C. Las previsiones indican una semana aún más fría, con máximas que no superarían los 5°C y mínimas que podrían rondar los -1°C. Aunque limitada, se mantiene la expectativa por una nevada en la capital y sus alrededores, algo que ya ocurrió en otras zonas del país y en sectores de la Puna salteña.