Una nueva audiencia en el juicio por las muertes de cinco bebés y presuntas lesiones en otros cinco en el hospital Neonatal de la ciudad de Córdoba tuvo lugar este lunes en la Cámara Séptima del Crimen de la Capital provincial.
Pasadas las 14, seguía declarando como testigo el médico Carlos Cánovas, quien durante la etapa de los hechos investigados fue subsecretario de Salud del Ministerio de la Provincia.
El exdirector del hospital San Roque explicó que el 7 de junio se enteró de dos muertes e irregularidades en el Neonatal. Contó que Diego Cardozo, entonces ministro de Salud de Córdoba, le había dado la orden al entonces secretario de Salud Pablo Carvajal, para que iniciara una investigación administrativa en el hospital para saber qué pasaba y que además dio la orden de realizar la denuncia ante la Justicia “por tratarse de muertes de etiología dudosa”.
El exfuncionario informó que a partir de esa fecha designaron a dos profesionales para que realizaran la investigación administrativa: Marcela Yanover, quien era directora de Maternidad e Infancia, y Genoveva Ávila, jefa de la División Enfermería.
Cánovas agregó que entre 15 y 20 días después de esa fecha, tuvo una reunión donde se presentaron los resultados de la investigación administrativa realizada por Ávila y Yanover. En esa reunión, también estuvieron Carvajal, Federico Robledo y Mariana Figueroa, quien se desempeñaba en el área de Legales del Ministerio.
Allí se presentaron los resultados de lo que habían encontrado en esa investigación administrativa, según relató.

Agregó que ese día se presentaron casos anteriores al 7 de junio y que el primer paciente que había llamado la atención se remontaba al 18 de marzo. Entre las distintas hipótesis que explicarían la mala evolución de esos casos, se habló de posibles eventos farmacológicos, picaduras de insectos, se comunicó sobre el recambio de vitamina K y también se habló sobre “un posible factor humano”, indicó.
“Ahí sale el nombre de Brenda Agüero como la que participaba en todas las acciones; avisaba antes de que sucedieran los casos”, indicó.
Cuando ante la sospecha se habló de separar a esa persona, Cánovas contó que por sugerencia de Figueroa se tomó esa decisión con 28 agentes de salud. “En ese momento no se podía separar sólo a una persona, porque no se podía incriminar a nadie”, agregó.
Dijo que el área encargada de separar a un agente de salud es Recursos Humanos del Ministerio de Salud.
Consultado sobre cómo se realiza una denuncia penal, Cánovas explicó que normalmente se redacta desde el área de Legales, aunque aclaró que no podía hablar de esta denuncia en particular, porque no tenía conocimiento.
Y citó el caso del médico del geriátrico de Saldán imputado durante el brote en Sierras Chicas hacia el inicio de la pandemia de Covid-19, donde intervino el área de Legales. También citó el caso del “médico trucho” del COE y dijo: “La orden de hacer las denuncias en esos dos casos anteriores fue dada a Carvajal y a (el abogado Alejandro) Gauto”.
Entre el 15 y el 20 de agosto de 2022, Cánovas contó que tuvo otra reunión convocada por Cardozo “para revisar las historias clínicas de los 13 casos”. También estaban la entonces directora del hospital, Liliana Asís; quien en ese momento era coordinadora de Seguridad del Paciente, Adriana Moralez, y el entonces secretario privado del ministro, José Ignacio Alegre.
Ahí se revisaron las historias clínicas de los 13 casos que estaban bajo sospecha. La reunión se prolongó entre cinco y seis horas.
“Hasta ese momento no había suficientes datos científicos, médicos, técnicos de lo que había sucedido o cómo eran las características particulares de todos esos casos”, señaló Cánovas. “No nos entraba en la cabeza que se diera una cuestión así; que se tratara de matar chicos”, sostuvo.
Cánovas contó que Cardozo había pedido que los casos se analizaran en conjunto para ver lo que estaba pasando. “Existía una posibilidad de mala praxis y que no la hubiéramos visto”, aseguró. El entonces ministro, según su relato, se encontraba molesto y preocupado, y en ese sentido agregó: “Quería ver personalmente cada uno de esos casos”.

En ese momento se sospechaba sobre un agente de salud, “se hablaba de criminalidad”, pero desde el Ministerio de Salud “queríamos saber si había algún error, alguna mala praxis”.
En algunos pacientes (mamás y bebés), “había patologías predisponentes que podrían haber derivado en una mala evolución”.
La reunión fue para evacuar dudas médicas, agregó, ya que “había casos que se explicaban por patologías de la madre o características en el parto que podrían haber dado una mala evolución. No puedo decir que haya sido eso, pero sí se pensó”.
Después de aclarar que su especialidad es Medicina Interna, consideró que un paciente que está cursando un proceso infeccioso (sea la madre o sea el bebé) no tiene la misma evolución que una persona sana. “No estoy diciendo que ese proceso infeccioso haya provocado la muerte. Lo que quiero decir es que la evolución no es la misma cuando no hay una infección previa”.
Cánovas, sintetizó: “La evolución no es la misma en un paciente que está cursando por un proceso infeccioso. No puedo atribuir ese proceso a la muerte de la persona, pero sí puedo decir que favorece”.
Cuando se analizaron los 13 casos, se encontraron con pacientes que tenían infecciones previas. Una de ellas había tenido una rotura prematura de bolsa, y la intención de Cardozo –según contó Cánovas– era descartar una mala praxis.
Consultado sobre el cambio del lote de vitamina K, el exfuncionario evitó hablar de este caso concreto, pero sí contó que son comunes los reportes de fármaco-vigilancia cuando se detecta algún evento adverso o se encuentra que el envase de un medicamento puede ser comúnmente confundible con otro y entonces se lo cambia para evitar el error.
Sin dar datos sobre el cambio del lote de vitamina K en el Neonatal –por no conocer los detalles de cómo se hizo en su momento–, contó que el proceso de cambio o de compra directa de un medicamento puede ser realizado en forma autónoma por la Secretaría de Salud del Ministerio.
A su turno, el fiscal Sergio Ruiz Moreno consultó si eran eventos centinela las dos muertes y las descompensaciones de los dos niños sanos que provocaron el recambio del lote de vitamina K (antes del 7 de junio). Esos eventos generaron un reporte de la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica). Cánovas explicó que fueron casos graves y que se debería haber avisado al Ministerio de Salud.
Controversia a primera hora
El primer testimonio que tuvo lugar en la mañana de este lunes generó una mayor controversia entre las partes. José Ignacio Alegre, quien era el secretario privado de Cardozo, explicó que el entonces ministro de Salud se enteró el 7 de junio de 2022 de las dos muertes y de algunas inconsistencias en el hospital Neonatal.
“Me dijo que estuvo en una reunión. Que hubo algunas irregularidades o inconsistencias en el hospital Neonatal y me pidió que convocara a (Alejandro) Gauto, (Carlos) Cánovas y (Pablo) Carvajal”. De esa reunión salió la orden de realizar la denuncia judicial, contó.
Alegre fue convocado como testigo por pedido de la defensa de Cardozo. Era quien manejaba la agenda del ministro.
Agregó que entre ocho o nueve días después de esa fecha, el exministro viajó a Massachusetts, Estados Unidos, invitado por la Cámara de Comercio Argentino Norteamericana (AmCham).
Su relato saltó al 11 de agosto de 2022, día en que la noticia de las muertes de bebés en el Neonatal comenzó a ser difundida por medios periodísticos. “Cuando se hace público el caso, teníamos agendada una reunión en el Instituto Oulton, por una aparatología nueva. La jefa de Prensa del Ministerio de Salud nos llama y nos dice que volvamos al ministerio porque estaban pasando algunas cosas por la radio”, recordó.
Alegre contó que al llegar a su oficina, Cardozo le preguntó a Carvajal qué había pasado. Según el testigo, el entonces secretario de Salud le habría dicho: “Nos ganaron de mano”.
Agregó que ese día se organizó una rueda de prensa, “entre las 16 y las 17″, en la Sala de Situación del Ministerio.
Consultado sobre si fue asesorado sobre lo que tenía que informar en esa conferencia de prensa, Alegre dijo: “Sí, antes de la rueda de prensa se acercó (Marcela) Yanover y le presentó una planilla. Una fichita con todos los casos”.
Su testimonio generó controversia.
El fiscal Ruiz Moreno consultó si Cardozo tenía comunicación fluida con Carvajal. Si era posible que el entonces ministro se enterara recién el 11 de agosto que eran 13 los casos. El fiscal pidió correrle antecedentes por falso testimonio. “Tengo mucho para contraponer a la veracidad de lo que el testigo está diciendo. No le creo”, dijo el fiscal.
Ruiz Moreno solicitó un careo entre Alegre y Carvajal, pero la defensa de este último optó por realizar una aclaración en la audiencia.
Quedan para este martes los testimonios de la neonatóloga Marcela Quaglia y de quien estaba a cargo de la oficina de Legales del Ministerio de Salud, Mariana Figueroa. También ampliará su declaración Brenda Agüero. No responderá preguntas.