La controversia alrededor de la construcción de un enorme monumento para fomentar el turismo religioso en una zona donde persiste la falta de solución de algunas necesidades básicas para un grupo de vecinos recaló en el Concejo Deliberante de Villa Cura Brochero y la Legislatura de Córdoba con el objetivo de solicitar al Municipio local y al Gobierno provincial respuestas de lo que consideran falta de transparencia en la información respecto a la obra.
“Desde febrero cuando el gobernador Martín Llaryora anunció su construcción pedimos información pero la contestación del oficialismo siempre fue vaga e imprecisa”, advirtió la concejala Claudia Leyria (Juntos por el Cambio).
Un mes más tarde, en la apertura de las sesiones legislativas del Concejo Deliberante, el intendente Carlos Oviedo se había referido al monumento como una obra que traerá beneficios a la región “pese a que algunos se oponen”.

Leyria entiende que la Municipalidad de Villa Cura Brochero, responsable de la ejecución de la obra, no proporcionó debidamente la información solicitada sobre diferentes aspectos de la obra, de los cuales algunos de ellos tienen implicancia directa con los vecinos.
En septiembre pasado, a través del decreto 174, Oviedo resolvió la designación del artista Juan García Guzmán “para el diseño, creación y ejecución de la escultura del santo José Gabriel Brochero en el lugar conocido como la Cuesta de Brochero”.
Esa decisión oficial en septiembre pasado, de carácter normativa y reglamentaria, formalizó una de las apuestas más ambiciosas del Gobierno provincial en su afán de convertir a Córdoba en una meca de peregrinos.
Sin embargo en orden de controlar el ejercicio de la función pública –potestad específica del Poder Legislativo– cuando Leyria requirió algunas aclaraciones sobre el asunto, la estrategia del oficialismo fue la dilación.
“A la fecha no existe proyecto definitivo de la escultura, el que se encuentra en etapa de culminación por parte del artista seleccionado”, advirtió el presidente del Concejo Deliberante local, Ignacio Vega. “Una vez que se cuente con el proyecto definitivo será enviado al Concejo Deliberante para su tratamiento y aprobación”, agregó.
Leyria explicó que existen contradicciones en el relato del oficialismo local quien “procede habitualmente con ratificaciones de actos ya consumados”.
Se entiende que la función principal de un Concejo Deliberante ante un proyecto de obra pública es observar la normativa necesaria, como la sanción de una ordenanza que autorice la construcción, estableciendo sus características y modalidades de ejecución.
Además, debe fiscalizar y regular la planificación, la ejecución y el mantenimiento de dichas obras, que pueden incluir servicios públicos, pavimentación y urbanización.
No conforme con la respuesta desde la oposición insistieron con un nuevo pedido de informe: “Necesitamos conocer las fuentes de financiación del monto del proyecto, si existió un desembolso del Gobierno provincial, cuál es la participación del municipio y que erogaciones demandará, cuál fue el instrumento de contratación del artista seleccionado, el modo y monto de adquisición del sitio del emplazamiento, si existe un estudio de impacto y autorización ambiental, si habrá provisión de agua potable y si se efectuaron estudios de seguridad vial”, explicó la concejala.
Hasta el momento ninguna de esas preguntas tiene respuesta.
Por su parte el legislador radical Matías Gvozdenovich trasladó la misma inquietud a la Unicameral. Si bien reconoce que el monumento será una “ofrenda suprema” para Brochero, instó al Gobierno provincial a que informe el fondo total que aportará para la construcción de la obra, especifique si sobre el pedestal habrá otro tipo de construcciones y a costo de quién serán adjudicadas y explicite si se realizó una medición del impacto ambiental y turístico en la región que contemple la situación del barrio Las Lomitas, el cual sufre la problemática de la falta de agua corriente.
El proyecto aprobado
Según consta en el Anexo I del decreto 174 la escultura seleccionada tendrá una medida total de 39 metros y costará más de $ 300 millones.
Desde el Gobierno de Córdoba habían admitido a este diario que si bien la obra será ejecutada por el municipio, una buena parte del financiamiento será con fondos provinciales.
El escultor García Guzmán informó que para la ejecución de la obra en nueve meses, requiere de un pago de U$S 248 mil. El precio no incluye el pedestal, factura ni estructura interna de fierro o de hormigón.
Además según consta en el proyecto el municipio se comprometió a proporcionar vivienda, taller y alimentación al equipo de trabajo del escultor durante todo el período que dure la construcción y el emplazamiento del monumento.
Asimismo, se hará cargo de proveer las herramientas y los materiales necesarios para la realización de la escultura.

























