El fenómeno global que desató la miniserie británica “Bebé Reno” (“Baby Reindeer”), creada y protagonizada por Richard Gadd, conmocionó al mundo en 2024 al narrar su desgarrador viaje de trauma y superación tras ser acosado por una mujer.
La perturbadora serie expone cómo el arte puede ser una salida para transformar los traumas personales en expresiones artísticas. Sin embargo, en el fondo de esta producción que “arrasó en los EMMY” y fue “la más vista” en Netflix, subyace una cruda realidad que se replica en diversos puntos del globo, incluyendo Argentina, donde las vivencias de las víctimas a menudo superan los límites de la ficción.

Ramiro Simón: un calvario de cinco años de manipulación y aislamiento
Ramiro Simón, director, guionista y escritor argentino, apodado por algunos medios como “el Bebé Reno argentino”, vivió un infierno de casi cinco años a manos de una mujer a la que conoció en un boliche en julio de 2012. Su caso es un testimonio impactante de cómo los “psicópatas integrados” operan para destruir a sus víctimas.
El inicio fue, como muchos otros casos, engañosamente idílico. Noel, la mujer en cuestión, se presentó “angelicalmente” y rápidamente aplicó la técnica del “love bombing” y “almagemelización”.
Esto implicaba estudiar minuciosamente los gustos, sueños y miedos de Ramiro para copiar y pegar sus intereses, haciéndole creer que había encontrado a su alma gemela o el amor de su vida.
Ramiro, quien trabajaba con Pino Solanas en el Congreso de la Nación y estaba en tratativas para vender un guion en Estados Unidos, fue seducido por la historia de Noel, quien afirmaba escribir para artistas famosos como Diego Torres y Valeria Lynch.
“Básicamente, yo trabajaba en el Congreso de la Nación y conocí a una mujer en un boliche que me ofreció escribir un guión. Esa fue la excusa con la cual me atrapó” explicó Simón a Cadena 3.
A partir de ese encuentro, su vida se tornó caótica: “Terminé durante varios meses escapando, perdiendo mi trabajo, comprando un auto para esto, y terminé comiendo de la calle”.
“Estos psicópatas son especialistas en generar secuestros encubiertos”, añadió.
La manipulación se intensificó rápidamente:
- Proyecto de guion falso: Noel lo convenció de trabajar en un nuevo guion para Cris Morena, bajo el supuesto nombre de “El Arca Noel”, obligándolo a dedicarle 8 horas diarias además de su trabajo en el Congreso. Esta era una estrategia para absorber su tiempo y energía.
- Aislamiento y drogas: A los pocos meses de relación, Ramiro ya vivía en casa de Noel, y ella había “captado” su celular y redes sociales, aislándolo de amigos y familia. Además, Ramiro se dio cuenta posteriormente de que era drogado, lo que le provocaba ver todo en cámara lenta y no poder levantarse de la cama, atribuyéndolo a un nuevo régimen vegetariano que Noel le sugería.
- Maltrato a su hija: Noel comenzó a maltratar a la hija de Ramiro, de quien él se había separado hacía nueve meses, provocando que su expareja le impidiera ver a la niña. También le insinuó que la niña podría no ser suya, atacando sus miedos más profundos.
- La amenaza del “exmilitar”: Para generar dependencia y coacción, Noel inventó que su exesposo, un “comando militar” violento, los quería matar, lo que llevó a Ramiro a vivir con miedo y a mudarse constantemente a diferentes hoteles. Esta situación lo llevó a vender sus bienes, incluyendo su productora y su auto, para huir de una amenaza inexistente. Incluso, Ramiro cambió su fisonomía, rapándose y usando anteojos para escapar de algo que suponía real.
- Abuso físico y psicológico: El maltrato escaló a agresiones físicas, incluyendo patadas y, en una ocasión, le clavó un cuchillo. Noel también simulaba convulsiones y un falso cáncer, culpando a Ramiro de la activación de la enfermedad, para mantenerlo a su lado.
- Degradación total: La devaluación de Ramiro fue completa: pasó de trabajar en el Congreso a limpiar autos en las calles de Córdoba y comer de la basura, estando “piel y huesos”. Su voluntad fue aniquilada, llegando a desear ser atropellado, pues había perdido “la familia, la hija” y “no quería vivir”.
La relación generó una adicción en Ramiro “más potente que la cocaína”, resultado del constante estrés y la segregación de cortisol que deteriora el cerebro, afectando la memoria a corto plazo y la capacidad de razonar. Los psicópatas “manipulan la realidad para que sientas que te estás volviendo loco”.
Finalmente, Noel lo “descartó” cuando ya no le generaba placer al ver su sufrimiento y no podía sacarle más nada, momento en el que Ramiro pudo regresar a Buenos Aires.
Fue entonces cuando comenzó a despertar, y meses después, al ver su propio guion estrenado como una serie de Cris Morena, se dio cuenta de la magnitud del engaño. Descubrió que el “exmilitar” también había sido víctima de Noel. A pesar del calvario y los tatuajes que se vio forzado a hacerse, Ramiro ahora utiliza su experiencia para ayudar a otros.
La naturaleza del “Psicópata Integrado”
El caso de Ramiro Simón, como el de Richard Gadd, ilustra la peligrosa realidad de los “psicópatas integrados”, personas que carecen de conciencia moral, sentimientos y empatía, pero están completamente integradas en la sociedad. Son “altamente encantadores”, “oportunistas y manipuladores”, capaces de destruir a otros sin que se den cuenta, utilizando técnicas gradualistas de acoso y maltrato.
Su único placer es “generar dolor en terceros”. Se les conoce como “asesinos de guante blanco” porque su objetivo final suele ser inducir al suicidio o “descartar” a la víctima cuando ya no les sirve.
Otros casos argentinos: Ronen Suarc y Majo Martino
El impacto de “Bebé Reno” en Argentina también reveló otras historias de acoso, como la de los periodistas Ronen Suarc y Majo Martino, quienes desde hace cuatro años son acosados digitalmente por una mujer que se hace llamar Valeria y asegura estar enamorada de Ronen.
La situación escaló desde mensajes cordiales en redes sociales hasta “cientos de mensajes por día, a cualquier hora y a través de todas las plataformas posibles”, incluso apareciendo en transmisiones en vivo. La acosadora también involucró a Majo Martino, hostigándola y escribiendo a sus contactos, inventando una supuesta relación entre ella y Ronen.
Este “calvario” llevó a Ronen Suarc a iniciar una causa judicial por Hostigamiento Digital y Amenazas, solicitando una medida de restricción y prohibición de contacto.

La urgente necesidad de una ley: un proyecto en marcha
Consciente de la falta de herramientas legales y la invisibilidad de esta problemática en Argentina, Ramiro Simón, junto a Claudia Figueroa y el apoyo de legisladores como Alberto Assef, presentó en noviembre de 2023 un proyecto de Ley para la creación de un sistema de protección integral para personas víctimas de abuso psicopático y personalidades narcisistas.
El proyecto subraya que aproximadamente el 7% de la población mundial son psicópatas integrados, y que una persona puede toparse con ellos “por lo menos 60 veces en la vida” en diversas relaciones. En Argentina, la psicopatía integrada es un tema poco abordado, lo que impide que muchas víctimas sean conscientes de lo que padecen. La iniciativa de Ramiro es un paso fundamental para visibilizar esta problemática y promover la conciencia y la acción necesarias para abordarla, buscando que se haga justicia y que los responsables, como Noel, “estén presos”.