La menarquia, es decir, la primera menstruación, marca un hito en el desarrollo de las niñas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) suele producirse entre los 12 y 13 años, aunque puede adelantarse o retrasarse según múltiples factores.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista científica Human Reproduction y realizado por el Centro Oncológico Fred Hutchinson en Seattle, Estados Unidos, revela que una dieta saludable en la infancia se asocia con un inicio más tardío de la menstruación, independientemente del peso corporal o la estatura.
Este hallazgo podría tener implicancias importantes: las niñas que menstrúan antes podrían tener más riesgo de padecer enfermedades como obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o cáncer de mama en la adultez.
Qué alimentos retrasan la primera menstruación
El estudio analizó datos de más de 7.500 niñas de entre 9 y 14 años que participaron del programa Growing Up Today Study (GUTS) en Estados Unidos. Se evaluaron sus hábitos alimentarios, su edad de menarquia y otros factores de salud.
Los investigadores utilizaron dos índices para evaluar las dietas:
- Índice de Alimentación Saludable Alternativa (AHEI): dietas ricas en vegetales, frutas, legumbres, cereales integrales y grasas saludables.
- Patrón Inflamatorio Dietético Empírico (EDIP): mide el potencial inflamatorio de la dieta. Dietas altas en carnes rojas, ultraprocesados, cereales refinados y bebidas azucaradas obtienen mayor puntuación.
Resultados clave
- Las niñas con dietas más saludables (AHEI alto) tuvieron un 8% menos de probabilidad de menstruar precozmente.
- En cambio, las niñas con dietas más inflamatorias (EDIP alto) tuvieron un 15% más de probabilidad de menstruar antes.
Esto fue independiente del índice de masa corporal (IMC) y la estatura, lo que indica que el tipo de alimentos influye más que el peso o el tamaño corporal.
Por qué importa cuándo empieza la menstruación
La edad de la menarquia no sólo marca el inicio de la fertilidad, sino que está relacionada con múltiples riesgos en la salud a lo largo de la vida. Estudios previos vinculan la menarquia temprana con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como:
- Obesidad
- Diabetes tipo 2
- Enfermedades cardiovasculares
- Cáncer de mama
Por eso, los autores del estudio insisten en la importancia de promover dietas saludables desde edades tempranas, tanto en el hogar como en los programas de alimentación escolar.
La alimentación influye más de lo que se creía
Este es el primer estudio que demuestra, con evidencia sólida, que los patrones dietéticos específicos pueden incidir en la edad de la primera menstruación de las niñas, incluso más allá del peso o la altura.
Una alimentación basada en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y pescado azul, y baja en carnes procesadas, ultraprocesados y bebidas azucaradas, no sólo mejora la salud general, sino que también podría ser clave para prevenir enfermedades a largo plazo desde la niñez.