Aunque todavía con cifras relativamente bajas, por tercer mes consecutivo la canasta del súper que releva La Voz mostró en agosto una leve aceleración en sus precios, con una suba del 1,57% respecto de julio.
Con ello, una familia tipo de clase media de cuatro integrantes tuvo que destinar el mes pasado $ 625.990, unos $ 9.700 más que en julio. En lo que va del año, dicha canasta acumula un alza del 18,36%, considerando que a fines de 2024 la misma compra demandaba $ 528.896.
En los últimos 12 meses, el incremento en los precios de las cadenas minoristas cordobesas ronda el 29%, un nivel de ajuste que va en línea con lo previsto por varias consultoras para todo este año.
Efectivamente, en agosto se observó un nuevo repunte en el valor de la canasta del súper, tras las subas de mayo (0,4%), junio (1,03%) y julio (1,28%).
No obstante ello, el incremento del dólar registrado desde fines de julio, acercándose al techo de la banda estipulada por el Gobierno nacional, no impactó de manera significativa sobre los precios de los productos de consumo masivo.
De hecho, desde fines de julio la moneda estadounidense se apreció casi un 6% respecto del peso, con los alimentos y bebidas aumentando por debajo de ese nivel en el mismo lapso.
Igualmente, desde el sector supermercadista señalan que en buena medida los precios no aumentan más en razón de un consumo que sigue muy estancado debido a la caída del poder adquisitivo de los ingresos de la mayoría de los hogares.
“La suba promedio de precios en agosto, considerando todas las categorías, fue del 1,81%, con un impacto mayor en los productos derivados de las commodities, como los aceites o los derivados del trigo que subieron entre el 6% y el 8% en el mes”, le dijo a La Voz Víctor Palpacelli, integrante de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac).
El directivo aseguró que muchas industrias alimenticias trataron de ser prudentes con los ajustes de precios tras la suba del dólar, sobre todo teniendo en cuenta que subsiste una contracción importante en el consumo masivo que mantiene el nivel de ventas en cinco puntos porcentuales por debajo del año anterior.
“En algunos casos, las subas llegan por el lado de incrementos en las listas mayoristas de los proveedores, y en otras por modificaciones en las condiciones comerciales que terminan impactando en los precios al público”, sostuvo Palpacelli.
Carnes a la baja
A diferencia de lo que venía sucediendo en la primera mitad del año, en agosto la canasta del súper estuvo relativamente contenida por la estabilización del rubro “Carnes”, particularmente de los cortes vacunos que incluso mostraron bajas en sus precios.
En promedio, esta góndola que representa el mayor gasto de la compra mensual registró una baja del 2% en relación a julio.
La mayor baja se dio en la carne molida, que se abarató un 12,4%, con ofertas en casi todos los súper e hipermercados de la ciudad en torno a los $ 9.000 para la variedad intermedia.
Pero también bajaron, aunque levemente, los cortes de pulpa, como la nalga que se ubicó en los $ 15 mil por kilo. Sólo el asado de novillo aumentó un 1,4% en el mes, y un precio promedio de $ 11.500 en las cadenas relevadas.
La suba más marcada llegó por el lado del pollo fresco, que superó los $ 3.000 por kilo con un incremento mensual del 4,5%.
A pesar de la baja de agosto, en lo que va del año el rubro “Carnes” es el que se encareció de toda la canasta del súper, con un 28% acumulado, alrededor de 10 puntos porcentuales por arriba del promedio.
Procesados estables
En el denominado rubro “Almacén”, integrado por los productos procesados, los precios se mantuvieron casi estables en agosto. En rigor, se observaron subas y bajas según el alimento relevado, con un alza promedio del 0,78%.
Los aumentos se registraron en ciertos productos puntuales, como el aceite de girasol, que subió un 6,2%, para que la botella de 1,5 litro se ofreciera por arriba de los $ 4.600.
También aumentaron los fideos secos (4,3%), la gaseosa cola de primera marca (2,4%), el puré de tomates (2,3%), la harina de trigo (1,7%) y el azúcar (1,4%).
Pero también se observaron bajas en varios alimentos, como por ejemplo el arroz (-6,4%), los huevos de Color (-4,3%), la yerba mate (-3,2%) y el café molido (-1,9%).
El resto de los productos de este rubro tuvieron alzas menores.
Lácteos para arriba
Lejos de las bajas registradas en carnes y productos de almacén, en agosto el rubro que más aumentó de precios fue el de los lácteos, con un alza promedio del 5,9%.
La leche fluida mostró un incremento preocupante del 8% y un precio medio de $ 1.747 para el sachet de litro de primera marca. Incluso, en dos de los supermercados relevados, el precio se ubicó en el orden de los $ 1.900.
Los quesos también tuvieron subas significativas, de entre el 3% y el 6%, ya sea entre las variedades duras (para rallar), semiduras y blandas (cremoso). Lo mismo pasó con las cremas y los yogures, con alzas de igual orden.

Las mantecas tuvieron aumentos en un escalón menor, del 1,7%, pero con el paquete de 200 gramos de primera marca rondando ya los $ 4.000.
También hubo aumentos importantes en varios productos de tocador y limpieza del hogar, con un ajuste promedio en el rubro del 4,2%. Los incrementos más importantes se dieron en los desodorantes corporales (16,9%), los detergentes lavavajillas (9,9%) y los jabones de tocador (7,8%).
Frutas y verduras
Al igual que en julio pasado, las frutas y las verduras volvieron a aumentar con fuerza en agosto, con un alza del 5,5%, dejando atrás un primer semestre con bajas sostenidas en casi todos los productos del rubro.
El tomate perita fue la verdura que más subió, un 10,1% en el mes, para que el kilo se venda en torno a los $ 4.000. Aunque algo menos, la cebolla también aumentó de precio, el 4,1%.
En cambio, la papa, la zanahoria y la acelga aumentaron de precio, aunque en porcentajes relativamente menores.
Por el lado de las frutas, las subas fueron generalizadas: la naranja aumentó casi 20% en el mes; la banana un 13,3%; y la manzana el 8,5%.
Casi $ 20 mil por día para preparar de comer
A pesar de que la inflación en alimentos se redujo significativamente en los últimos meses, el costo de preparación de la comida sigue siendo muy alto para la mayoría de los hogares.
Según el último informe de Canasta Básica Alimentaria de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Córdoba, una familia necesitó el mes pasado entre $ 17.789 y $19.624 por día para elaborar las cuatro comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Según el organismo provincial, una familia tipo necesita al menos $ 503.960 al mes para solventar sus necesidades de alimentación y $ 1.123.831 para cubrir el resto de los gastos de vida y no caer bajo la línea de la pobreza.