La anosmia o pérdida del sentido del olfato suele asociarse a la depresión, el aislamiento personal y el embotamiento emocional (una respuesta emocional reducida), y también con una menor esperanza de vida en comparación con las personas con un sentido del olfato funcional.
Ahora, un nuevo estudio reveló que las personas con anosmia congénita, la incapacidad de oler desde el nacimiento, presentan patrones de respiración significativamente diferentes a las personas con olfato normal.
Este descubrimiento desafía la noción de que el olfato es un sentido “sin importancia” en los humanos y sugiere que la anosmia puede tener consecuencias más allá de la simple pérdida del olfato.
Las personas sin sentido del olfato respiran de manera distinta
El estudio, realizado por investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Israel, utilizó un dispositivo portátil para medir el flujo de aire nasal en 21 participantes con anosmia congénita aislada (ACI) y 31 controles con olfato normal durante periodos de 24 horas.
Los participantes con anosmia mostraron una reducción significativa en la cantidad de “picos” respiratorios (inhalaciones rápidas) durante la vigilia. Los investigadores creen que estos picos están relacionados con la exploración olfativa, un comportamiento inconsciente en el que las personas con olfato normal inhalan rápidamente para obtener más información sobre los olores del entorno.
Además de la diferencia en los picos respiratorios, los investigadores también observaron diferencias significativas en la forma general de la onda respiratoria nasal en los participantes con anosmia, tanto en la vigilia como en el sueño. Esto indica que las diferencias respiratorias van más allá de las simples respuestas a los olores y sugieren que las personas con anosmia desarrollan patrones respiratorios alterados a lo largo de su vida.
Utilizando un algoritmo de aprendizaje automático, los investigadores pudieron clasificar con precisión a los participantes con anosmia basándose únicamente en sus patrones respiratorios, con una precisión del 83%. Este hallazgo sugiere que la respiración podría usarse como un biomarcador no invasivo para la anosmia.
Implicaciones del estudio
Este estudio aporta nuevas perspectivas sobre la anosmia y sus posibles consecuencias para la salud.
Los patrones de respiración alterados podrían contribuir a algunos de los efectos negativos asociados con la anosmia, como la depresión, las dificultades sociales y una menor esperanza de vida.
Los autores del estudio reconocen que su investigación tiene limitaciones, como el tamaño de la muestra relativamente pequeño y la falta de comparación con la anosmia adquirida. Sin embargo creen que sus hallazgos proporcionan evidencia convincente de que las personas con anosmia congénita respiran de manera diferente y que estas diferencias podrían tener implicaciones importantes para la salud.
