La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) inauguró este viernes una nueva sede del Comedor Universitario en pleno Centro de la ciudad de Córdoba. Está ubicada en la Galería del Paseo del Centro (Deán Funes 328) y ofrecerá 400 raciones por día para el almuerzo.
A través de este apéndice de su comedor mayor en Ciudad Universitaria, la Casa de Trejo busca acercar este beneficio para la comunidad estudiantil que reside en el sector céntrico de la ciudad.
El espacio funciona en la planta baja del edificio de nueve pisos de lo que será la nueva residencia universitaria que se inaugurará en febrero de 2025.
Además del espacio de mesas para los comensales, cuenta también con un entrepiso que se utilizará como sala de estar, área de visitas y donde estarán algunas oficinas administrativas.
“Este anexo es una facilidad para los estudiantes. Al estar en una zona estratégica del centro les da la posiblidad de comer cerca y no tener que tomar un colectivo. Muchos estudiantes tenían que ir hasta Ciudad Universitaria y quedarse allá para poder comer y cursar”, explicó a La Voz el subsecretario de Vida Universitaria Francisco Funes.
Está abierto de lunes a viernes de 12 a 14.30 y el lugar tiene capacidad para albergar a 400 personas.
Los menúes salen $ 1.800 para estudiantes, $ 3.400 para docentes y no docentes y $ 4.100 para invitados.
“En esta última categoría incluimos a las personas, empresas o instituciones que participen de algún evento organizado por la universidad o que realicen alguna actividad en conjunto con nosotros. No está abierto al público en general”, aclaró Funes.
Hay opciones de menúes veganos, vegetarianos y para celíacos.
Para reservar un menú se recomienda hacerlo entre las 8 y las 11.
Cómo funciona el servicio
La comida que se sirve en este anexo se cocina en la sede central de Ciudad Universitaria y se traslada en contenedores térmicos, por lo que los menúes en ambos espacios será el mismo. De ser necesario, existe la alternativa de calentarlos ya que cuentan con hornos para hacerlo.
“Los menúes sin gluten son de empresas que tienen registro de menúes sin Tacc. Se manipulan en una habitación aparte, un box cerrado donde tenemos horno, microondas y heladera de uso exclusivo para productos sin Tacc”, precisó Gabriela Rolando, directora del comedor.
De postre se ofrece fruta o barritas de cereal y están disponibles dispensers de agua potable para quien no traiga su propia bebida.
Los requisitos para que un estudiante consuma en el comedor son los siguientes:
- Tener habilitado el servicio “Comedor” a través de https://mi.unc.edu.ar/ y contar con saldo disponible para una ración.
- Para ingresar al comedor y hacer uso de la reserva se debe presentar el DNI.
- Ser estudiante regular del ciclo 2024.
- Llevar cubiertos y una botella o vaso para el agua.
Quien reserva, pero no va a ir al comedor es importante que cancele la misma para permitir que otra persona pueda hacer uso de esa ración. En caso de no cancelar la reserva y no asistir al comedor, el monto descontado no se reintegrará.
Los comensales sin Tacc deben realizar el proceso de inscripción y luego enviar un correo a comedor@bienestar.unc.edu.ar solicitando el menú diferenciado acompañado de la documentación que acredite tal condición. El asunto del correo debe ser: “Menú libre de gluten”.
La primera usuaria
El menú de la jornada de apertura fue una costeleta con chimichurri y ensalada mixta. Para los vegetarianos se sirvieron milanesas de berenjena a la napolitana, mientras que para los celíacos hubo posibilidad de elegir entre tarta de pollo, de calabacín o pizza.
La primera comensal que inauguró esta sede fue Emilia Reyes (20), estudiante de la Facultad de Ciencias Químicas que desde las 12 esperaba que abrieransus puertas. “Fui la primera. Pensé que nadie mas iba a venir pero se llenó rapidísimo”, contó a este medio.
Según afirmó, la ubicación del lugar le resulta más accesible para poder realizar sus actividades académicas diarias. Tiene una beca para asistir al comedor y lo utiliza todos los días.
“Vivo en Nueva Córdoba y me queda mucho mejor esta sede. Mas que nada porque curso a la tarde, entonces almuerzo y ya me voy, o incluso puedo volver a mi casa. Antes tenía que comer allá y después quedarme dos o tres horas en la biblioteca hasta que empezaba a cursar a las 16″, contó.
Sobre las características edilicias del lugar comentó: “está bueno, es más moderno. El de ciudad universitaria es más grande y permite que vayan mas estudiantes pero para la gente que cursa a la tarde es más práctico este”.
