Un innovador estudio de la Universidad de Georgia y la Universidad Brigham Young revela que asistir y participar activamente en eventos grupales presenciales es la estrategia más eficaz para reducir el aislamiento y fomentar la conexión social.
Publicada en Social Psychological and Personality Science, la investigación subraya la importancia de la interacción y la recurrencia en actividades que van desde conciertos hasta clases grupales de gimnasia, ofreciendo una guía clave en la era pospandemia.
La participación activa, eje central de la conexión humana
El equipo de investigación, liderado por los doctores Richard Slatcher (Universidad de Georgia) y Julianne Holt Lunstad (Universidad Brigham Young), analizó los datos de 1.551 participantes para identificar los factores que potencian el sentido de conexión.
El hallazgo más impactante fue la participación activa: se descubrió que interactuar en un evento, en lugar de observarlo pasivamente, es el predictor más fuerte de sentirse socialmente conectado. “Este tipo de participación, incluso más que el simple hecho de estar entre la multitud, parecía fomentar un sentido significativo de conexión”, explica Slatcher.
Holt Lunstad, quien también preside la Fundación Estadounidense para la Conexión Social, enfatiza que los seres humanos son fundamentalmente seres sociales y advierte sobre las graves consecuencias del aislamiento social y la soledad para la salud y el bienestar individual y comunitario.
Clave para potenciar la conexión social en eventos

Más allá de la participación activa, el estudio identificó otras características cruciales que predicen de manera fiable sentimientos más fuertes de conexión social:
• Asistencia presencial: los eventos cara a cara son más efectivos que los virtuales.
• Ir acompañado: asistir con otras personas, en lugar de solo, aumenta significativamente la sensación de conexión.
• Recurrencia: la participación en eventos regulares y repetitivos genera mayores beneficios que las experiencias puntuales.
• Participación activa: como se mencionó, la interacción directa y el fomento de la interacción entre los asistentes son fundamentales.
Estos factores fueron consistentemente significativos, incluso al controlar variables socioemocionales de base como la soledad y diferencias individuales como la personalidad.
El desafío de una conexión duradera
A pesar de los poderosos beneficios de los eventos grupales para la conexión social, el estudio también reveló una limitación importante: los sentimientos de conexión social no suelen mantenerse 24 horas después de que los eventos terminan. Esto sugiere que la participación regular y consistente es esencial para sostener estos beneficios a largo plazo.
Daisi Brand, primera autora del artículo y estudiante de doctorado en la UGA, señala la necesidad de futuras investigaciones sobre cómo mantener estos sentimientos positivos más allá del evento específico. Slatcher concluye: “Una gran pregunta que sigue sin respuesta es cómo hacer que dure”.
El equipo tiene previsto explorar cómo hacer que estos sentimientos momentáneos de conexión sean más duraderos.
Cómo fomentar la conexión social
Para individuos, los investigadores sugieren que pequeñas decisiones constantes pueden generar oportunidades genuinas de sentirse visto y conectado. Actividades tan accesibles como una clase semanal de yoga, un concierto local con amigos o el voluntariado regular son excelentes vías para combatir el aislamiento.
Para los organizadores de eventos, el mensaje es fomentar la participación activa y la interacción, minimizar los elementos pasivos y crear espacios que permitan la conversación, actividades prácticas o que asignen una responsabilidad a cada participante. Esto es aplicable a eventos comunitarios, corporativos, clases de gimnasia o incluso cenas.