Un reciente informe en Estados Unidos reveló una recesión sexual global, con una caída sostenida en la frecuencia de las relaciones íntimas, incluso entre personas casadas.
Los datos del Institute for Family Studies son contundentes. En 2024, sólo el 37% de los adultos tenía sexo semanalmente, una caída significativa desde el 55% registrado en 1990. Además, 1 de cada 4 jóvenes de entre 18 y 29 años no tuvo relaciones sexuales en el último año.
Aunque no existen estadísticas oficiales en Argentina, sexólogos y psiquiatras consultados por TN coinciden en que el fenómeno también se percibe a nivel local.
También impacta a las parejas
La tendencia de la baja frecuencia no se limita a las personas solteras. En una década, el porcentaje de personas casadas que tiene sexo frecuente disminuyó un 10%, pasando del 59% al 49% en Estados Unidos.
El psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin (MN 74794) explica que en Argentina la baja en el deseo sexual es un fenómeno “multicausal”.
Factores como “el estrés, la ansiedad, la frustración y el desencuentro” amplifican los problemas y hacen más vulnerable al sujeto.
El deseo, asfixiado por la rutina y la economía

La rutina y el cansancio diario aparecen como “enemigos silenciosos del erotismo”. La psicóloga y sexóloga Florencia Pollicita (MN 66.839) señala que el deseo no desaparece, sino que se transforma y su lugar cambia en la lista de prioridades.
Menciona que factores como “la crianza, el trabajo, la inflación y la falta de descanso real” impactan directamente. Esto hace que muchas personas lleguen a la noche y prefieran “mirar una serie” antes que buscar la conexión.
La médica sexóloga clínica Leticia Lorena Ayala (MN 154.412) confirma que la falta de deseo es uno de los motivos de consulta más frecuentes en parejas jóvenes.
Y subraya el impacto económico: “Una cita es una inversión. En la Argentina actual para muchas personas es un lujo”. Además, la sensación de que tener sexo se convierte en “otra tarea más que cumplir” lo vuelve menos deseable.
Cuando el celular apaga la intimidad
El abuso de la tecnología y la hiperconectividad son centrales en la desvinculación sexual. Ayala describe que hay muchas parejas que están cenando juntas pero permanecen “con el celular en la mano,” lo que apaga el deseo.
La periodista Florencia Alcaraz analizó este fenómeno como “la crisis del match,” señalando que las aplicaciones de citas están en baja a nivel global.
Alcaraz indicó en el podcast Todo es Fake que se genera una “fatiga emocional” porque las personas hacen match e intercambian mensajes, pero después “no se encuentran”.
Ayala también alerta sobre el aumento de casos de adicción a la pornografía, sobre todo en varones. Esta ofrece una “solución inmediata, sin conflicto,” que no reemplaza el vínculo y a menudo lo dificulta.
Los especialistas coinciden en que, aunque la sexualidad ya no es espontánea y se cruza con el estrés, la economía y las pantallas, el deseo no desaparece, sino que “se redefine”.























