Prepararse para una entrevista de trabajo implica afrontar un momento clave en el que cada detalle cuenta. Responder adecuadamente a las preguntas del reclutador, cuidar el aspecto estético o mantener la calma son aspectos fundamentales para causar una buena impresión.
Sin embargo, más allá de las habilidades y la experiencia reflejadas en el currículum, algunos reclutadores buscan evaluar aspectos menos obvios, como la actitud y la capacidad de adaptación del candidato.
En este contexto, una de las estrategias utilizadas es la conocida como “la prueba del vaso de agua”, una técnica que algunos responsables de contratación utilizan para observar el comportamiento de los aspirantes durante la entrevista.
En qué consiste la prueba del vaso de agua
La dinámica de esta prueba es simple: el entrevistador ofrece –en un momento dado– un vaso de agua al candidato o deja una jarra con vasos sobre la mesa, esperando que este actúe. Aunque pueda parecer irrelevante, cada acción cuenta: desde aceptar o no la bebida hasta cómo se maneja el vaso durante la charla.
Esta técnica ganó popularidad tras una publicación en Reddit, donde usuarios vinculados a Recursos Humanos compartieron pruebas inusuales que utilizan en entrevistas.
Uno de ellos relató cómo observaba si el candidato tomaba agua con naturalidad. “Fui la única persona que bebió el agua a un ritmo normal”, contó. Ese pequeño gesto fue interpretado como una señal de confianza y adaptación al entorno.
Más que agua: café, colaboración y lenguaje no verbal
La prueba del vaso de agua tiene variantes. En algunos casos se ofrece café, o incluso se pide al candidato que lo sirva. La intención detrás de estas dinámicas es detectar actitudes colaborativas, predisposición y la capacidad de desenvolverse en situaciones informales o inesperadas.
Este tipo de gestos también pone a prueba la empatía, la cortesía y la capacidad de lectura social de los aspirantes, cualidades valoradas especialmente en puestos que requieren trabajo en equipo o contacto con clientes.
“Te hará parecer más accesible y agradable”
Scott Steinberg, autor de The Business Etiquette Bible y especialista en etiqueta profesional, explicó en una nota con Quartz por qué aceptar una bebida durante una entrevista es una buena idea.
“No sólo te hará sentir más cómodo, sino que también enviará el mensaje de que agradecés la hospitalidad y confiás en vos mismo”, afirmó. Aceptar el vaso o la taza puede generar una dinámica más relajada y empática con el entrevistador.
“Cuando te ofrecen la opción de una taza de café o agua, la respuesta correcta es sí, aceptala, incluso si no tenés sed. Siempre podés simular un sorbo. Sólo con ese gesto ya vas a parecer más accesible y agradable”, concluyó Steinberg.
Eso sí: evitá pedir una bebida si no fue ofrecida antes, ya que podría interpretarse como una exigencia o generar incomodidad si no hay nada para ofrecerte.