Para muchos fue un fin de semana largo más, pero para 290 personas que se refieren a sí mismas dentro de la transmasculinidad y el género no binario (NB) lo que ocurrió entre el 21 y el 23 de noviembre en la ciudad de Córdoba fue un acontecimiento histórico en la historia reciente del colectivo.
Por primera vez tuvieron un encuentro masivo de identidades transmasculinas y NB con participación federal e internacional que se dio cita en el Camping Municipal General San Martín.
Desde hace algunos años en los Encuentros Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries existe un taller de masculinidades trans y fue el año pasado en Jujuy que algunos de ellos se animó a pensar una convocatoria específica.
Así nació el Encuentro de masculinidades, transexuales y travos (Emttt), una cita autogestiva, autoconvocada y apartidaria con la discusión de la salud, el activismo político, el territorio y la celebración de sus identidades como ejes principales.
¿Qué es la transmasculinidad?
La transmasculinidad pretende incorporar dentro de su término a personas asignadas mujeres al nacer pero que se identifican de manera completa o parcial con una identidad masculina.
Sin embargo no todos los transmasculinos necesariamente se identifican con ser hombre pero sí vivencian una combinación de género con la masculinidad.
También pueden identificarse con géneros no binarios y/o femeninos pero usualmente el género masculino es el predominante, entendiendo que el género es una construcción social y lo femenino y masculino pueden cohabitar en las identidades.
Antes del Emttt existieron algunos antecedentes de encuentros, asambleas o propuestas regionales o en Buenos Aires, pero nunca habían alcanzado la magnitud y empoderamiento que retumbó en Córdoba.
Con el fin de “encontrarse, organizarse y proyectarse colectivamente”, el Emttt contó con ciclos de debate, talleres, recolección de archivos, altares por la remembranza trans, mateadas entre otras actividades.
“El encuentro fue revelador de la potencia que tenemos”, contó Fran Sfeir, quien llegó desde Neuquén para participar del evento. “Pudimos reconocernos en la diversidad de cada historia y poder realizar y observar una radiografía nacional de lo que ocurre en cada uno de nuestros territorios”, agregó.
Cuerpos en riesgo
Los participantes coincidieron en la falta de cumplimiento, principalmente del artículo 11 de la Ley de Identidad de Género. La norma garantiza el acceso a tratamientos quirúrgicos y hormonales para adecuar el cuerpo a la identidad de género, los cuales deben ser cubiertos por obras sociales, prepagas y el sistema público de salud.
Sin embargo ellos advierten que el recorte del presupuesto estatal, el vaciamiento de profesionales en el sistema de salud público, las malas praxis de profesionales no idóneos y con prejuicios y la dilación y falta de cobertura e incumplimiento de las obras sociales afectan los tratamientos crónicos cuyo cumplimento y seguimiento continuo es fundamental para mitigar los riesgos en la salud. Además de la clandestinidad sometida históricamente a esta población.
También sostuvieron dificultades en el acceso de sus derechos laborales. Ley N° 27.636 de Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgéneros otorga el derecho a un trabajo digno, sin discriminación y con condiciones equitativas. No obstante, según indicaron desde el colectivo, esto no se cumple.
“De hecho en el primer año de este Gobierno nacional se finalizaron los contratos al 90% de las personas trans que habían ingresado”, advirtió Pol Gelerstein.
“Con este ajuste nos vuelven a empujar a la clandestinidad. Tenemos que movilizarnos para que todas las personas que tienen la lapicera en su manos respondan por los derechos vulnerados”, sumó.
Construir una lucha colectiva
Lucas Valaco, uno de los organizadores locales, valoró la instancia del encuentro, el cual tendrá una segunda edición el año que viene en Tucumán. “Encontrarse siempre es un paso increíble, entender lo que le pasa al otro, salir de la burbuja propia para construir un tejido de redes”, dijo.
A eso Gelerstein sumó la oportunidad de poder profundizar los debates y las discusiones en torno a la transmasculinidad y la posibilidad, a través de la visibilización, de “ganar más espacios en distintos ámbitos”.
“Salvo excepciones la invisibilidad es tremenda, queremos poder habitar espacios de la economía formal y no siempre ocupar los márgenes de la inestabilidad y la precarización”, sumó.
El diagnóstico que hicieron los organizadores es que muchas veces el tema es abordado en la agenda pública por profesionales o “espectadores” pero pocas veces se le da la voz a ellos mismos, aún con sus diferencias. Finalmente agregó: “Es difícil permear el imaginario social como masculinidades válidas”.
Base de datos y memoria
El encuentro permitió la elaboración de una base de datos actualizada de personas que se refieren a sí mismas dentro de la transmasculinidad lo que a futuro permitirá realizar una estadística para promover políticas públicas situadas.
Para ello y en el marco de darle una continuidad al trabajo de este días se armaron mesas de trabajo sobre diferentes áreas de interés.
Por otro lado desde hace algunos meses construyen un archivo de memora propia, que busca recuperar y preservar sus historias de vida a través de relatos, fotos y videos.
Reflexión y pedido de justicia
El Emttt también fue una oportunidad para una reflexión histórica sobre algunos referentes que lucharon por sus derechos y fueron asesinados o violentados.
Incluso pidieron por la liberación de personas privadas de su libertad por defenderse de agresiones cisexistas o desaparecidas, como Tehuel de la Torre.
“En una línea de tiempo el encuentro fue un lugar de llegada para poder llegar a otros lados. Fue el puntapié para un efecto dominó. En otras palabras, fue un oasis en el desierto en el contexto que vivimos y recobramos fuerzas para recorrer otros oasis”, reflexionó Sfeir.
Tres claves para empatizar
Con el objetivo de que la sociedad pueda empatizar con la transmasculinidad Valaco se animó a exponer tres claves:
- preguntar es mejor que suponer: si bien inicialmente puede ser un momento incómodo, ellos prefieren una actitud de interés de cómo llamar al otro desde el inicio, con palabras directas y fáciles. Evitar las expresiones comunes o la sátira.
- no dar por sentado que tu modo de entender la vida es para siempre: existe mucha resistencia por omisión y desinformación.
- cuestionar la identidad de género auto percibida.



























