La Escuela de la Familia Agrícola (EFA), de Colonia Caroya, lleva varios años trabajando en mejorar su propia planta de elaboración de alimentos y ya cuenta con la certificación nacional. Es una escuela y una fábrica a la vez. Se enseña y se hace.
Esta “industria” no sólo produce dulces y conservas, sino que también funciona como una enorme aula donde los alumnos se forman en todo lo inherente a la industria de la alimentación.
La institución informó que la elaboración de tomate triturado creció hasta alcanzar el nivel de 3.000 litros mensuales y esperan duplicar esa cantidad para el año próximo.
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El establecimiento está ubicado en el barrio rural Puesto Viejo, de Colonia Caroya, y desde allí llegan a los consumidores a través de distintos puntos de venta, incluidos algunos supermercados de la región.
Cuando comenzaron con el proyecto, el tomate triturado era producido sólo ocasionalmente, aprovechando las cosechas que se dan entre diciembre y marzo, sobre todo en la región de Cuyo, de donde viene gran parte de la materia prima. También se proveen de algunas fincas del centro-norte del país, que cuentan con frutos de excelente performance.
El producto de la EFA logró consolidarse porque apostaron a darle un salto de calidad envasando en botellas de vidrio, lo que hace que el tomate no pierda ninguna de sus propiedades naturales. Pero tampoco utilizan conservantes químicos.
El profesor Adrián Zapata, que además de docente y responsable técnico del establecimiento es egresado de la institución, indicó que siempre tuvieron claro el objetivo de elaborar un “producto gourmet” y esto sentó muy bien en los consumidores, por lo que la demanda no tardó en crecer enormemente.
La utilización de sal, azúcar y ácido cítrico como conservantes, hace que no se presente una acidez excesiva al momento de su digestión. Por eso es muy solicitado por restaurantes, centros turísticos y clientes particulares.
Establecimiento certificado
La Escuela de la Familia Agrícola, que acaba de cumplir 51 años de existencia, tiene actualmente una matrícula de 230 alumnos.
Todos salen con el título de bachiller en Agro y Ambiente, con una formación en todos los procesos relacionados con cultivos y alimentos.
A principios de este año, la institución logró obtener el Registro Nacional de Establecimiento (RNE), que garantiza el cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura en todos los alimentos que se elaboran en la planta fabril emplazada dentro de la misma escuela.
