La defensa de Brenda Cecilia Agüero, la enfermera condenada a prisión perpetua por la muerte de cinco bebés y la descompensación de otros ocho en el Hospital Neonatal de Córdoba, interpuso un recurso de casación contra la sentencia de la Cámara 7° del Crimen.
Los abogados Gustavo Daniel Nievas y Juan Manuel Rivero afirmaron que el fallo es arbitrario y vulnera garantías constitucionales y convencionales básicas como el principio de inocencia, el derecho a la defensa y el derecho a obtener una sentencia fundada.
El recurso se centró en tres grandes ejes: las instrucciones al jurado popular antes de deliberar, las “deficiencias graves” en la valoración de la prueba, y la “ausencia de certeza” sobre la participación de Agüero en los hechos investigados.
“Una absolución condicionada”
Uno de los argumentos del recurso apunta a las instrucciones finales que recibieron los jurados populares antes de deliberar. Según la defensa, esas indicaciones quebrantaron el principio de inocencia y la igualdad ante la ley.
Los jurados Matías Abregu y Mateo Hollmann reconocieron públicamente que entendieron que si votaban por la absolución de Agüero, ello implicaba automáticamente absolver también a los funcionarios imputados por omisión o encubrimiento. Hollmann incluso relató que se les dijo expresamente: “Si votás por la absolución de Brenda, tenés que votar por la absolución de Cardozo”.
Para los defensores, esa “lógica” impuesta por el tribunal condicionó la decisión de los jurados y privó a Agüero de una evaluación independiente de su caso.
Además, remarcaron que las instrucciones fueron elaboradas en forma unilateral por el tribunal, sin participación de las partes, lo que consideran una violación al debido proceso.
Críticas a la prueba
El recurso también cuestiona con dureza la valoración de la prueba en la sentencia condenatoria. Según Nievas y Rivero, el fallo se basa en “indicios débiles, pruebas indirectas y falacias”, sin elementos directos que vinculen a Agüero con los hechos.
Entre los puntos más importantes, la defensa subrayó:
- No hay prueba directa: “Nadie vio a Agüero inocular sustancias a los bebés ni se secuestraron jeringas o químicos que la comprometan”.
- Las pericias forenses son insuficientes: “Las determinaciones toxicológicas de potasio e insulina, pilares de la acusación, presentan dudas técnicas y metodológicas”. La defensa recordó que la experta Marta Cohen advirtió que los procedimientos utilizados “no se emplean actualmente en la investigación forense” por falta de fiabilidad, sobre todo en neonatos.
- Las autopsias son incompletas: dos de los cinco bebés fallecidos no tuvieron autopsia, lo que impide descartar con certeza causas naturales o infecciones hospitalarias.
- Los testimonios fueron contradictorios: la defensa cuestionó la fiabilidad de declaraciones que se modificaron con el tiempo y advirtió que varias madres identificaron a Agüero recién después de ver su rostro en los medios.
- Pericia psicológica sesgada: se señaló que el perfil construido sobre Agüero incurrió en circularidad interpretativa, buscando encajar la hipótesis de una “asesina serial” más que evaluar de manera imparcial.
- La evidencia digital es irregular: La defensa reclamó que el celular de Agüero fue manipulado por la policía sin copia forense, que se trabajó solo con capturas de pantalla y que no se investigaron dispositivos de otros imputados, lo que para la defensa revela un sesgo desde el inicio.
Los casos analizados uno por uno
En su escrito, la defensa revisó cada uno de los 13 hechos atribuidos a Agüero. En la mayoría, sostuvieron que existen explicaciones médicas alternativas, desde sepsis hasta complicaciones del parto o colapsos neonatales, y que no se probó la intervención directa de la enfermera.
Hicieron hincapié en que el único caso en que incluso los jurados disidentes reconocieron la existencia de una inyección de potasio fue el de la beba Delfina Pilar Martín. Sin embargo, para la defensa no hay pruebas de que haya sido Agüero la responsable, ya que, afirmaron, el contacto con la niña fue de apenas segundos y bajo la mirada de la madre y la abuela.

El voto disidente de cuatro jurados
El recurso también enfatizó que cuatro jurados populares votaron por la absolución de Agüero, señalando que no se alcanzó el grado de certeza necesario para condenar.
Estos jurados destacaron la falta de necrosis en la mayoría de los bebés,lo que contradice la hipótesis de inyecciones de potasio, la inconsistencia en los tiempos de acción de las sustancias y la existencia de causas naturales posibles.
Para la defensa, esos votos reflejan la fragilidad probatoria de la acusación y muestran, a su entender, que el tribunal condenó sin pruebas contundentes.
El pedido de nulidad
Con todos esos argumentos, Nievas y Rivero pidieron a la Cámara de Casación que anule la sentencia. Afirmaron que el fallo responde a un “voto redactado antes de las audiencias” y que no consideró adecuadamente la prueba producida en el juicio.
“El indicio de presencialidad no alcanza para sostener una condena a perpetua. No se probó la administración de sustancias ni la responsabilidad directa de Brenda Agüero en la muerte de los bebés”, sostuvieron.