Este martes fue ratificada la vigencia de la despenalización del cultivo de cannabis con fines medicinales. Así lo resolvió la Corte Suprema tras revisar un amparo presentado por la asociación civil Mamás Cannabis Medicinal (Macame). La asociación había interpuesto un reclamo para que el autocultivo fuera considerado una acción privada que debería quedar exenta de toda autorización estatal.
No obstante, el máximo tribunal rechazó por unanimidad el planteo de inconstitucionalidad contra las normas que reglamentan el autocultivo de cannabis. Y tras fallar en contra del planteo de Macame, se determinó la obligatoriedad de la inscripción previa en el Registro del Programa Cannabis (Reprocann).
La Corte sostuvo en sus conclusiones que “las razones de salud y seguridad públicas involucradas resultan suficientes para justificar que el Estado expida autorizaciones administrativas en el marco de la ley 27.350 para el autocultivo y la elaboración de productos derivados del cannabis con fines medicinales”.
Además, planteó que “la intervención del Estado en esta área no implica una interferencia injustificada en la autonomía personal del artículo 19 de la Constitución Nacional”.
Reglamentación del cultivo de cannabis con fines medicinales
Macame se había presentado ante el tribunal para solicitar que se declarase la inconstitucionalidad de los artículos de la ley de estupefacientes que penaliza el cultivo. Y en ese mismo sentido, el pedido incluía la autorización de la elaboración de aceite de cannabis cuando tuviera un fin terapéutico.
Pero La Corte remarcó que “el artículo 19 de la Constitución Nacional reconoce al individuo un ámbito en el cual puede adoptar libremente las decisiones fundamentales acerca de su persona, sin intervención alguna por parte del Estado o de los particulares, en tanto esas decisiones no violen el orden, la moral pública o los derechos de terceros”, y detalló que este derecho se extiende a situaciones que alcanzan a dos o más personas que integran una familia.
A esto agregó que “existen también razones de seguridad pública que justifican el control estatal respecto del cultivo de cannabis”. Pero advirtió que esto no significa “confundir el narcotráfico con la actuación loable de quienes –como las actoras– pretenden cultivar cannabis para mejorar la calidad de vida de sus hijos o de quienes lo hagan para mejorar la propia”.
Aunque a continuación dijo: “Pero una autoridad estatal no puede –en mérito de esa diferencia– soslayar la posibilidad de que el cultivo persiga fines distintos –no medicinales– que se encuentran prohibidos”, indicó el máximo tribunal en referencia a tratados internacionales firmados por la Argentina”.
Se puede producir cannabis medicinal pero se deberá registrar la actividad
En el fallo, La Corte subrayó que el actual marco regulatorio (Ley 27.350) permite el uso medicinal del cannabis y habilita las formas de acceder a los productos. También enfatizó que está establecido que se puede producir aceites de manera casera, siempre que se haya inscripto la práctica en el Reprocann.
Seguido a esto, La Corte se refirió a las demoras del Reprocann. En su fallo, invitó a acelerar los procesos del organismo público.
“Corresponde remarcar la necesidad de que, atendiendo a los valores en juego, las solicitudes de autorización sean tramitadas y resueltas de manera rápida a fin de evitar que una deficiente implementación del régimen normativo previsto en la ley 27.350 torne ilusorio el derecho a la salud que busca asegurar”, planteó.
