A los familiares de Verónica Gabriela Lencina se les caían las lágrimas cuando este lunes por la tarde en la Cámara 2 del Crimen de la ciudad de Córdoba leían la acusación y el relato de los hechos por los cuales murió la mujer aquel 3 de enero de 2021.
Alrededor de las 15.30 arrancó el juicio que tiene como único acusado a quien fuera pareja de Gabriela. Cristian Sebastián Videla, de 41 años, por los cargos de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio).
El hombre respondió al tribunal técnico integrado por Mónica Traballini, Inés Lucero y Sebastián Romero junto a los jurados populares, sobre sus datos personales y se negó a declarar sobre lo ocurrido el 26 de diciembre de 2020, cuando habría prendido fuego a su pareja arrojándole una botella con alcohol en su domicilio de barrio Coronel Olmedo de la ciudad de Córdoba.
Videla ratificó su declaración anterior en la que dijo que se había tratado de un accidente.
Hermanas, amigas y la mamá de Gabriela negaban con la cabeza cuando leyeron la declaración y su versión de los hechos.
Gabriela estuvo internada en el Instituto del Quemado hasta el 3 de enero donde finalmente muere producto de las lesiones provocadas por las quemaduras. La única testigo de lo ocurrido es A., la hija en común que tenían Lencina y Videla. La pequeña de cuatro años declaró en Cámara Gesell lo que presenció y será una de las pruebas fundamentales del juicio.
Hoy la pequeña permanece al cuidado de una de sus hermanas mayores. Gabriela tenía seis hijos de su anterior pareja. A. vive con su hermana de 21 años y el papá de ésta (exmarido de Gabriela). Va a la escuela y está en tratamiento desde entonces.
Por su parte, Videla tiene otros cuatro hijos, productos de una relación anterior.
La fiscal de Cámara, Laura Battistelli, ratificó la acusación que llegó de la fiscalía de instrucción y se refirió al concepto de víctima de violencia de género. Dijo que era evidente que Lencina estaba en una relación de asimetría de poder respecto a Videla, que él ejercía control a través de los celos y ejercía violencia física y verbal contra ella.
Battistelli dijo que Gabriela estaba inmersa en el “círculo de la violencia” y que lo sucedido aquel 26 de diciembre ocurrió en ese contexto. Pidió que el tribunal analice los hechos bajo ese tamiz, el de la perspectiva de género. Además mencionó que Videla había dado distintas versiones del hecho y que borró sus pasos manipulando la evidencia.
El abogado querellante, Alejandro Rodríguez reforzó lo que dijo la fiscal e hizo hincapié en la situación de violencia dada por la asimetría de poder. Por su parte, el abogado defensor de Videla dijo que intentarán demostrar que no se trató de un hecho “doloso”, sino que se trató de un accidente. Reconoció que había violencia en la pareja pero dijo que ésta era “bilateral”.
En la primera audiencia declararon el padre de Gabriela, Andrea, una de sus hermanas y Patricia, una de las hijas de Gabriela.
“Queremos justicia”
Silvia Lencina, hermana de Gabriela, dijo en diálogo con La Voz que fue muy duro rememorar todo. “No sabía por la situación de violencia por la que pasaba mi hermana, ella no contaba mucho, para ella era todo normal”, explicó.
Por su parte una de sus hijas, Patricia, de 25 años sostuvo que vivió un momento de “angustia y tensión” al ver a Videla en el banquillo. “Lo vi a él y no ví a mi mamá. Fue muy fuerte”, indicó.
Patricia sí sabía de la violencia que ejercía Videla sobre su mamá, pero adujo que “se enojaba y lo defendía” cada vez que ella o alguna de sus otras hijas le decía algo. “Ella no lo iba a dejar. Lo justificaba en todo, hasta el último”, explicó. Y es que Gabriela, antes de morir dijo que se había tratado de “un accidente”, pero los fiscales de instrucción entendieron que esta declaración fue en el marco de un círculo de violencia en el cual están sumidas muchas víctimas.
“Queremos que pague lo que hizo, queremos justicia”, resumió Patricia en nombre de su familia.
