En el marco del juicio por homicidio calificado por el vínculo de Emiliano Messa, el pequeño de tan solo 2 años de edad cuya muerte ocurrió el 23 de diciembre de 2021, se presentó un testimonio crucial.
El médico forense Gustavo Rodríguez dejó en claro que las lesiones presentadas en el cuerpo del niño no concuerdan con la versión de los acusados, Ana Yael Piedra (madre del niño) y Jonathan Fernández (pareja de la mujer al momento del hecho), quienes un día antes hablaron de un accidente sufrido en un momento que el niño se quedó solo en el baño de su casa.
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Rodríguez explicó que se encontraron un total de 24 lesiones en el cuerpo del pequeño Emiliano, algunas de ellas agudas y otras crónicas. Entre todas ellas, la lesión occipital se destacó como la principal causa de su muerte. El médico descartó categóricamente que estas lesiones pudieran haber sido resultado de un simple accidente, como la caída en el baño, ya que incluso una caída de un metro de altura no podría haber causado una lesión tan grave.
El síndrome del bebé sacudido fue mencionado como una de las posibles explicaciones para las lesiones, y se indicó que hubo un claro maltrato hacia el pequeño, infligiéndole daños gravísimos.
Rodríguez señaló que las lesiones parecían tener diferentes tiempos de evolución, lo que respaldaba la teoría de un maltrato continuo.
La audiencia en el quinto piso de los Tribunales de Villa María tuvo un capítulo de crudeza, en el que, jurados, jueces y partes, observaron junto al testigo las imágenes que mostraban las lesiones que presentaba el cuerpo a poco de morir.
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Ante la consulta del fiscal de Cámara, Francisco Márquez, Rodríguez expresó que algunas de las lesiones parecían más consistentes con golpes de puño, lo que llevó a considerar que lo más probable es que Emiliano fuera golpeado con un elemento contundente o arrojado con fuerza contra algo.
El testimonio del médico forense también sugirió que había otras lesiones en el cuerpo del niño que tenían más de 10 días de evolución.
Retraso madurativo
Por otro lado, el médico planteó la posibilidad de que el pequeño Emiliano sufriera de un retraso madurativo debido a las lesiones que padeció, lo que podría explicar por qué no hablaba a su corta edad. Además, se destacó que se sentía contenido y seguro en la guardería a la que asistía, lo que sugiere que pudo haber sido víctima de maltrato tanto físico como psíquico en su hogar.
La declaración del médico forense arrojó luz sobre la gravedad de las lesiones que presentaba el niño y descartó la posibilidad de un accidente. El testimonio respalda la teoría de un maltrato infantil global, lo que complicaría el caso para los acusados Ana Yael Piedra y Jonathan Fernández.
Tres médicos que analizaron el cuerpo tras su muerte concluyeron que la muerte de Emiliano no fue accidental.
Además, en la primera audiencia del juicio, realizada el lunes, dos testigos clave ofrecieron su testimonio sobre los cuidados médicos brindados a Emiliano Messa en el Hospital Pasteur. Natalia Ceballos y Víctor Hugo Carabajal expusieron detalles reveladores.
Reacciones de madres
La mujer es la pediatra que recibió a Emiliano en el hospital el 21 de diciembre y describió las lesiones que presentaba el niño en su cabeza. Los golpes se localizaban tanto en el sector frontal derecho como en la zona occipital. La pediatra señaló que es altamente improbable que estas lesiones sean resultado de una caída, ya que es poco común que se golpee simultáneamente la parte frontal y posterior de la cabeza en un accidente.
Además, Ceballos dijo que le llamó la atención la actitud de la madre de Emiliano, Ana Yael Piedra, durante la atención médica. A pesar de la gravedad de la situación y las advertencias sobre la posible muerte del niño, Piedra se mostró inusualmente relajada, sin derramar ni una lágrima, recordó la testigo. La madre sostenía que las lesiones de Emiliano eran producto de un accidente y otros moretones se debían a un golpe sufrido en la guardería.
La pediatra también explicó el procedimiento utilizado ante un posible caso de maltrato infantil. Un examen de fonde de ojo permite observar los vasos de la retina y es un indicador inequívoco de posibles abusos. Según Ceballos, en el caso de Emiliano, se detectaron conductos rotos en los vasos de la retina, lo que sugiere una fuerte sacudida que causó lesiones graves.
“Me resulta difícil de entender, como médica y como madre, que alguien podría sacudir tan violentamente a un niño como para causar ruptura de los vasos de la retina”, afirmó la médica.
Por otro lado, Víctor Hugo Carabajal, médico neonatólogo del Hospital Pasteur, dijo que estado en el que ingresó Emiliano al centro médico era sumamente delicado, con dificultades para respirar y movimientos que indicaban un trauma neurológico grave. Los síntomas aumentaron las sospechas sobre la historia de un simple accidente.
Las versiones que dieron los imputados el primer día del juicio apuntaron a desligarse se responsabilidades en los hechos de violencia y maltrato que rodearían la muerte de Emiliano. Las pericias y pruebas aportadas desde la ciencia resultaron contundentes para contrastar sus dichos.
El juicio sigue con la toma de más testimonios, y se espera que para el final de esta semana o el comienzo de la próxima pueda dictarse sentencia.
