En un acto realizado este martes en el Centro Cívico de la ciudad de Córdoba se hizo entrega de los aportes monetarios a los beneficiarios del Programa Jóvenes en Ciencia, destinado a “motivar, impulsar y fortalecer” equipos locales de investigación liderados por jóvenes de hasta 35 años.
La iniciativa tiene como objetivo financiar los proyectos científicos y tecnológicos que puedan generar conocimiento original y/o innovador que pueda transferise o aplicarse en Córdoba.
El programa se lanzó en noviembre del año pasado y es impulsado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, con el apoyo de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, universidades con sede en la provincia y el CONICET Córdoba.
En esta edición se financiaron 122 trabajos, superando la expectativa inicial de subvencionar una centena de proyectos. Las áreas de investigación abarcan Equidad, inclusión y acceso al conocimiento, bioeconomía, salud humana, conservación de la biodiversidad y cambio climático y transformación tecnológica.
La inversión inicial prevista fue de $ 60.000.000 co-financiados al 50% entre el Gobierno de la Provincia y las Universidades. Sin embargo, durante el evento el gobernador Juan Scharetti anunció que el aporte gubernamental aumentaría al doble, por lo que el monto total destinado al programa será de $ 90.000.000.
En ese marco, el gobernador defendió la inversión en conocimiento, así como a los organismos nacionales y locales que trabajan en ciencia y tecnología. También pidió que el 2% del Producto Interno Bruto nacional se destine a la investigación.
Distribución de los proyectos
Los 122 proyectos seleccionados fueron presentados por universidades radicadas en toda la provincia, tanto de gestión pública como privadas.
En ese reparto la Universidad Nacional de Córdoba presentó 26 proyectos; la Universidad Nacional de Río Cuarto 35; la Universidad Nacional de Villa María 20; la Universidad Provincial de Córdoba, 2 proyectos; la UTN de Córdoba 6; la de San Francisco 4; y la de Villa María 2.
Entre las universidades privadas, la Universidad Siglo 21 presentó 20 proyectos; la Universidad Blas Pascal 3; la Universidad Católica de Córdoba 3; y el Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas de Córdoba (IUCBC) 1 proyecto.
En cuanto a la distribución por áreas temáticas, se financiarán 34 proyectos de equidad, inclusión y acceso al conocimiento, 32 de bioeconomía, 25 de salud humana, 24 de conservación de la biodiversidad y cambio climático y 7 de transformación tecnológica.
La iniciativa impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba, con el apoyo de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender y Universidades con Sede en la Provincia de Córdoba, y CONICET Córdoba.
Uno de los proyectos
Dentro del área de salud humana un proyecto innovador fue el de la investigadora Julieta Bailone (27), perteneciente a la Universidad Siglo 21 y que se titula: “Análisis del impacto subclínico del estrés crónico en el rendimiento cognitivo de adultos argentinos sanos con y sin quejas subjetivas de memoria”.
Actualmente el equipo de investigación esta integrado por cinco personas que estudiarán la relación entre: el estado neurocognitivo de funciones ejecutivas y funciones atencionales, las medidas de estrés percibido y la presencia de quejas de memoria en argentinos. La muestra será de personas adultas sanas, de entre 20 y 60 años.
“Nuestro objetivo es reconocer cuáles son los perfiles neuropsicológicos en personas con estrés. También la idea es identificar diferencias en el rendimiento cognitivo de personas que reportan algún tipo de estrés o pérdidas de memoria y quiénes no “, explica Bailone en diálogo con La Voz.
La directora del proyecto detalla que el estrés es unos de los principales factores de riesgo de deterioro cognitivo y de alteraciones neuropsicológicas, trastornos del humor y del afecto negativo. Por este motivo, también indagarán en las variables emocionales sobre las que influye este fenómeno.
Un detalle llamativo del estudio es el rango de edades de los sujetos de muestra que comienza con personas muy jóvenes, lo que implica que el detrimento cognitivo por estrés cada vez inicia con mayor antelación.
“La gente hoy se acerca mucho más temprano a las consultas. La queja cognitiva está presente en personas muy jóvenes, desde los 20 e incluso antes, desde los 17 o 18 años. Es un área en la que hay mucho para trabajar no solo desde el tratamiento sino también de manera preventiva y en todas las edades”, confirma la psicóloga especialista en neurociencia.
Por otro lado, la investigadora agradeció a las instituciones organizadoras por “apostar a la investigación d epersonas jóvenes” y expresó su entusiasmo por formar parte de la convocatoria. “Es una gran oportunidad para los investigadores que nos estamos iniciando y a los que transitar estos caminos solos se nos hace más complejo. Es incluir gente joven pero también aspiraciones e ideas nuevas”, cerró.
