El último dossier del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) que elaboró en conmemoración al 113° aniversario del Día de la Mujer visibiliza con datos actualizados en Argentina las distintas brechas y desigualdades de la realidad de las mujeres frente a los varones.
Dicho informe indica que ocho de cada 10 hogares monoparentales están a cargo de mujeres, es decir que hay un significativo número de mujeres que sostiene sola a sus hijos. Esto implica una mayor dedicación a las tareas de cuidado y a tareas domésticas, a lo que se suma el peso de ser una única fuente de ingreso económico en el hogar.
“Las mujeres presentan mayores tasas de asistencia y alcanzan niveles más altos en el sistema educativo formal que sus pares varones. Entre los 18 y los 24 años, las mujeres presentan tasas de asistencia al sistema educativo formal más elevadas que los varones”, indican el informe del Indec en base a datos de 2022.
Sin embargo, en los datos sobre acceso al trabajo surge que mujeres y varones participan en desigual proporción: mientras que el 55,5% de las mujeres de 14 años y más es económicamente activa, entre los varones este valor alcanza el 72,4%.
“La participación en el mercado laboral favorece la autonomía económica de las mujeres y mejora sus posibilidades de contar con un ingreso, protección social y reconocimiento. Sin embargo, esta participación se da en condiciones de desventaja: acceden en menor medida a ocupaciones que suponen la toma de decisiones y, para poder hacerlo, necesitan niveles educativos más altos”, destaca el informe.
La segregación también se da por la participación en distintos rubros de la economía: las mujeres tienen una mayor participación relativa en ocupaciones vinculadas al cuidado, tales como “actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico”, “enseñanza” y “salud humana y de servicios sociales”, que son menos remuneradas que otros como los de la industria o los servicios, donde hay mayor participación masculina.
A su vez, aún persisten diferencias en la participación de mujeres en trabajos que implican toma de decisiones. Por ejemplo, el informe indica que la participación de las mujeres en ocupaciones que suponen la toma de decisiones les exige contar con mayores credenciales educativas: la mitad de las mujeres que se inserta como empleadoras tiene nivel educativo superior o universitario completo, mientras que solo tres de cada 10 varones remiten a esta condición.
Una de las causales de las brechas a nivel laboral se da por las diferencias en el tiempo dedicado a las tareas domésticas y de cuidado, que no son remuneradas. Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo del Indec, de 2021, mientras que las mujeres dedican en forma diaria un promedio de 6,31 horas diarias a este tipo de tareas, los varones dedican 3,40 horas en promedio.
Dada la menor participación en el mercado laboral, las mujeres llegan a la edad jubilatoria con menos años de aportes que sus pares varones. Sin embargo, desde el Indec advierten que la implementación de regímenes de moratoria permitió que entre 2001 y 2022, la proporción de mujeres y varones en edad jubilatoria que perciben haberes convergen en valores similares.
Si bien la cobertura previsional se equiparó, entre mujeres y varones, persiste una brecha importante en el monto de los haberes.
