La fiscal de instrucción Liliana Copello imputó por homicidio culposo a tres jefes policiales y dos oficiales por la muerte de Brisa Ayelén Ponce, una cadete de la escuela de Policía de Córdoba que murió el 27 de junio de 2019 por un cuadro de neumonía agravado que se habría originado luego de ser obligada a bañarse con agua fría.
De menor a mayor jerarquía, fueron imputados la oficial subinspector Yohana Alegría, el oficial principal Angel Albelo, el comisario Jorge Rojas, la comisaria Judith Pereyra (subdirectora de la escuela en ese entonces) y el comisario inspector Ramón García (director de la escuela en ese entonces, actualmente retirado).
El papa de Brisa actúa en la causa como querellante bajo la representación del penalista Carlos Nayi.
El caso
La joven de 20 años fue internada el 20 de mayo en el Policlínico Policial con un cuadro de neumonía y fue dada de alta a los 10 días.
El 1° de junio la vuelven a internar y cuatro días más tarde la trasladan al Sanatorio del Salvador con un cuadro de encefalitis. Allí le indujeron un coma farmacológico y el jueves 27 de junio fallece de un paro cardiorrespiratorio, según explicó el abogado defensor de la familia de la joven, Carlos Nayi.
“La denuncia fue realizada por la familia este lunes. Está dirigida a las autoridades de la Escuela de Policía y se los acusa de homicidio culposo. Si bien se entiende que no fue un hecho intencional, hubo negligencia en su accionar al obligar a que las cadetes se bañen con agua fría teniendo en cuenta las bajas temperaturas y las inclemencias del tiempo”, aclaró Nayi.
“Además, pedimos que se investigue el accionar de los profesionales que la atendieron en la Clínica del Salvador”, agregó el abogado.
Tras su caso, otros cadetes confesaron a la familia que se había roto una caldera del lugar y que los alumnos, si bien no eran obligados a bañarse, al estar una semana viviendo en el lugar y por una cuestión de higiene, se bañaron con agua fría.
Estas declaraciones fueron claves para esclarecer el caso y muy valoradas por la fiscal, puesto que muchos testigos tuvieron que hablar en contra de quienes durante estos años eran sus superiores jerárquicos.
