San Vicente es uno de los barrios históricos de la ciudad de Córdoba. Ubicado hacia el sudeste del Centro y limitando con el río Suquía, posee un enorme potencial de desarrollo. Sin embargo, posee sectores muy deteriorados y abandonados.
Atentos a esta situación, un grupo de tres estudiantes avanzados de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba plantearon un proyecto de renovación para un área deprimida ubicada en un polígono delimitado por las calles Diego de Torres, Obispo Maldonado y las costas del Suquía.
Allí, las riberas del río están fuertemente contaminadas por todo tipo de desechos y además hay estructuras subutilizadas.
Una de ellas es un viejo galpón que durante años estuvo abandonado y que hoy funciona como un depósito de ómnibus de pasajeros.
Para ese lugar, Juan Lecuona, Lucas Parizia y Cristian Tononi plantearon un centro cultural y museo a cielo abierto. Además, idearon un enorme espacio verde integrado. Se denomina "La Fábrica".
"La preocupación por el encuentro es el motor de nuestra propuesta, la interacción con el hombre y naturaleza es nuestra excusa, el espacio resultante es pluralista y mutable, pero reconocible en nuestra condición latinoamericana. El parque es una plataforma de fricciones y la institución es una rótula de la civilidad", definen los futuros arquitectos en su proyecto, que fue presentado en el concurso Arquisur del año pasado.
El proyecto consta de dos partes. "Una es un Parque Museo Escuela a Cielo abierto en el cual hay puntos donde se concentran actividades educativas de carácter callejero como son grafitis, esculturas con materiales reciclados, teatro a cielo abierto y artes plásticas", comentan los jóvenes.
Para eso, diseñaron un sector de muestra en el parque, que integra las costas del río Suquía. "La intención es que lo que se enseña en el parque, se produce en el parque y se expone en el parque generando una cuestión cíclica para facilitar la expresión del arte urbano popular", explican.
El parque se complementa con un centro cultural que aprovecha la estructura de los enormes galpones.
"Todo esto sirve de soporte del centro cultural el cual contiene 3 paquetes de programa el deportivo, social y cultural", señalan.
Para lo deportivo, proyectaron instalaciones como pileta semi-olímpica, gimnasios, un gran salón de usos múltiples con posibilidad de transformarse en cancha de básquet o vóley.
Para lo social, pensaron un bar, ludoteca y talleres de oficios como carpintería, costura, electricidad y socioculturales.
Finalmente, para lo cultural imaginan una biblioteca popular, salas de lectura para niños, sala de navegación y una pequeña mediateca.
"Todo esto de carácter totalmente público siendo este proyecto un gran articulador entre el barrio y el estado democratizando el espacio y conquistando derechos para una buena urbanidad", subrayan.
El polígono cuenta además con un sector destinado para vivienda social.
¿Te imaginás a ese sector de barrio San Vicente luciendo de esa forma?
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