Desde este lunes las personas que completaron el esquema de dos dosis de la vacunación contra el coronavirus hace al menos cuatro meses podrán aplicarse la dosis de refuerzo.
Ese intervalo comenzó siendo de seis meses, luego se rebajó a cinco meses y ahora a 120 días. Todo ello debido al avance de la variante Ómicron.
Los estudios indican que está versión del Sars-Cov-2 elude la respuesta inmunológica de anticuerpos que el organismo genera luego de que pasaron varias semanas de aplicadas las dos dosis. Se necesita una “inmunidad plena” para enfrentar a Ómicron.
La Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) recomendó que la aplicación de la dosis de refuerzo a toda la población de 18 años o más debe realizarse por lo menos a partir de cuatro meses de haber completado el esquema inicial (si es con Cansino, solo una dosis y dos dosis con las otras fórmulas).
En Córdoba hay 1,75 millones de personas que recibieron la segunda dosis hasta el 10 de septiembre. Todas ella ya están en condiciones de recibir el refuerzo porque pasaron cuatro meses o más desde que completaron el esquema.
De ellas, unas 425 mil personas ya se la aplicaron la dosis de refuerzo. Con lo cual hay más de 1,3 millones de personas en condiciones de recibir el refuerzo.
Sin importar el esquema inicial que hayan recibido, las vacunas habilitadas como refuerzo son Pfizer, Moderna, AstraZeneca y los componente uno y dos de Sputnik.
Incluso no importa si la persona recibió la primera dosis de una fórmula y la segunda de otra.
Para el caso de la vacuna de Moderna, se aplicará la mitad de la dosis (50 microgramos, en lugar de 100 microgramos). Las personas inmunocomprometidas deben recibir la dosis completa.
Infectados con Covid-19
Una duda que surge entre muchas personas es qué sucede con la dosis de refuerzo si hace poco fue positivo de Covid-19.
La Conain recomienda esperar por lo menos 90 días desde el alta por coronavirus para aplicarse la dosis de refuerzo.
“Para la dosis de refuerzo en personas con diagnóstico Covid-19 (sintomático o asintomático) al momento de cumplir al menos 120 días de la aplicación del esquema inicial, se recomienda diferirla por lo menos 90 días del momento del alta”.
dice el memo de la comisión.
El argumento es que la infección funcionaría como una vacuna natural. Superponerla con una dosis de refuerzo no sería peligroso pero sí poco efectivo.
“Los órganos linfáticos, donde están los linfocitos de memoria, necesitan tiempo para que desarrollen procesos que mejoren la eficacia de la respuesta de anticuerpos”, explicó Gabriel Morón, experto en inmunología y vacunas del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba.
Sin embargo, la recomendación desde el Ministerio de Salud de Córdoba es no demorar la aplicación del refuerzo.
“Para darle seguridad a nuestra gente de que lo que va a generar inmunidad a largo plazo es la vacuna. En cuanto tengan el alta médica, pueden recurrir a vacunarse”, indicó Diego Cardozo, ministro de Salud de Córdoba, en declaración a El Doce.
“La idea nuestra es vacunar y darle la posibilidad a la gente y no diferir los tiempos porque eso hace que no se vacunen y sea más engorroso para convocarlo a vacunarse”.
Cardozo
Cardozo también argumentó que la inmunidad natural que puede dar la infección con Ómicron puede no ser tan potente como la que garantizan las vacunas.
“Cuarta dosis”
Los mayores de 50 años que se aplicaron dos dosis de Sinopharm y personas inmunocomprometidas, independientemente de las fórmulas que hayan recibido en la primera etapa deben aplicarse una dosis adicional. Desde el 30 de octubre se la aplicaron unos 200 mil cordobeses.
Estas personas también deben recibir la dosis de refuerzo, según la recomendación de Conain. Serán los primeros en recibir una “cuarta dosis”. Esta parte de la campaña comenzaría a inicios de marzo, cuando se cumplan los cuatro meses desde la aplicación de la dosis adicional.
Entre los inmunocomprometidos figuran pacientes bajo tratamiento oncológico (con tumores sólidos) y oncohematológicos; trasplantados que se encuentren bajo tratamiento por alguna inmunosupresión; personas que conviven con el VIH; y quienes estén en tratamiento activo con corticosteroides en dosis altas o medicación inmunosupresora.
