La mujer de 66 años atacada por su perro cruza pitbull en Alta Gracia se recupera de sus heridas hace 11 días en la clínica Chutro de la ciudad de Córdoba. En diálogo con La Voz contó detalles sobre el episodio y el motivo por el cual albergaba a más de 30 animales en su vivienda, entre perros, gatos y aves.
“Me acuerdo de todo lo que pasó”, dijo Elizabeth Rodríguez y explicó que uno de sus perros se acercó a provocar al cruza con pitbull y este le respondió mordiéndole el hocico y “tironeando para matarlo”. Para intentar salvar al más pequeño, la mujer agarró al can atrapado y el otro animal “confundió mi brazo con el cuello del perro”.
“Después con el brazo izquierdo metí la pata, quise agarrar una chapa para trabar y me lo mordió pero como esta vez estaba solo le pude gritar y ahí me miró y me soltó. Antes de esto jamás me había mordido”, agregó.
No era la primera vez que esos dos perros se peleaban, pero el más chico salió librado la vez anterior. A partir de ese momento tuvo que mantener al cruza con pitbull encerrado para evitar problemas. “Antes él compartía con todos los animales, hasta los gatos dormían arriba de él”, detalló.
Según su relato todo empezó en la madrugada del sábado y después del incidente quedó muy débil. “Yo me senté en un sillón al borde del desvanecimiento y luchaba para mantenerme despierta pero no me podía parar. Estuve así hasta que tomé impulso y el domingo a la mañana pude moverme. Abrí la puerta y me fui hasta la tapia de mi vecina para pedirle que llame a la ambulancia y a Defensa Civil”.
Más de 30 animales en una vivienda
En su domicilio de calle Fortunato González al 1800, Elizabeth albergaba a más de 15 perros, más de 15 gatos y a más de 20 gallos y gallinas. Según fuentes judiciales y proteccionistas de animales se encontraban malnutridos, deshidratados y hacinados en espacios reducidos.
Sin embargo, la mujer alega un motivo para alojarlos en su hogar: “Les fuí salvando la vida. Fueron llegando, me los fueron tirando. Son animales que tengo hace nueve años. Mis vecinos no eran buenos con ellos entonces venían conmigo porque yo les daba agua y comida”.
“Yo veía que algunos estaban mal y les fui pagando la atención médica, los atendí y fueron quedando conmigo. Si yo hubiera conseguido un lugar mejor para vivir los hubiera ubicado de otra forma pero eso lleva tiempo, paciencia y un seguimiento estricto”, agregó.
Actualmente, los animales que Elizabeth tenía en su domicilio se encuentran provisoriamente en la fundación Amigos del Mejor Amigo (Adma) dónde se les brindó la atención veterinaria que necesitaban.
Al respecto la mujer explicó: “Mis perros están en guarda y yo lo que pido es que la asociación Adma no tome posesión íntegra de mis animales. Quiero que la Fiscalía tome cuenta de que yo tengo a la proteccionista Paola Rodríguez para que me ayude, que la dejen actuar. Si yo pudiera los quiero de vuelta pero no sé en qué condiciones voy a quedar con mi brazo”.
Consultada por este medio, Paola dijo que los animales de la mujer estaban muy maltratados, no comían hace días y permanecían encerrados en un baño sin ventanas, donde no podían respirar.
“Yo entré a la casa y vi cómo estaban: flacos, enfermos, en condiciones horribles. No pueden volver con ella los perros. De tanto cariño que les tenía les terminó haciendo un mal porque no está en condiciones de tener tantos animales. Yo voy a hacer lo que esté a mi alcance porque puedo entender su amor pero como proteccionista no puedo permitir que ella siga teniéndolos”, sentenció.
El estado de salud de la mujer
Por el momento, la recuperación del brazo izquierdo de Elizabeth fue un éxito ya que podía mover el brazo, los dedos y hasta saludar. “Agradezco muchísimo la gestión de la clínica y la del doctor Richard Lora Espada que hizo lo imposible por salvarme la mano. El me hace las curaciones personalmente y no deja que nadie me toque”, comentó.
Además de Lora Espada, Justo López estuvo presente durante las intervenciones a las que fue sometida. El médico de la clínica Chutro explicó a La Voz que esta se encuentra estable y evolucionando en un piso de sala común.
“Todavía no hay un pronóstico de alta porque por su magnitud las lesiones se pueden infectar y tener una evolución desfavorable, pero por ahora se recupera muy bien y tiene altas probabilidades de salvar el brazo”, indicó.
El médico señaló que una vez se aseguren de que no habrá una infección comenzarán con cirugías plásticas que tendrán el fin de reconstruir tejidos y recuperar sus funciones, así como sesiones de fisioterapia centradas en recobrar la movilidad del brazo y la mano de Elizabeth.
