La nueva fiscal de Lucha contra el Narcotráfico de los tribunales de San Francisco, María Florencia Bortolussi, planteó que a los violentos “hay que enfrentarlos” porque caso contrario se nutren del temor de la gente en su accionar delictivo.
La funcionaria judicial asumió días atrás en el cargo que hasta principios de año ocupó Bernardo Alberione, quien se jubiló. Tiene 43 años, es nacida en Santiago del Estero y estudió Abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Si vinculación con el Poder Judicial lleva 17 años: viene de ocupar una prosecretaría de Instrucción y Familia en los tribunales de Villa María.
San Francisco, en el límite con Santa Fe, es admitido como un punto crítico en el tema narco para Córdoba.
En diálogo con La Voz, apuntó que su nueva función es “un gran desafío” . Y, sin vueltas, acotó que la droga “es el principal problema de esta sociedad”, ya que tiene implicancia casi absoluta en los demás delitos.
-¿Qué tiene en mente para atacar el narcomenudeo en San Francisco y región?
-El desafío de atacar la comercialización de droga y hacerlo continuamente, porque una vez que sacás un kiosco o punto de venta van apareciendo otros, pero lo importante es mantenerse en ese camino, donde se los persiga. Hay que hacerle sentir al narco que San Francisco no es tierra fértil para este delito. La directiva es llegar hasta el origen de la droga, más allá del que vende en una esquina. El violento está acostumbrado a que el otro agache la cabeza, se nutre del miedo. Entonces hay que enfrentarlo.
-San Francisco tiene sus particularidades respecto a su ubicación ya que limita con la provincia de Santa Fe. Una calle separa las jurisdicciones...
-Es todo un sistema regulado. Es más complicado porque existe una frontera, cruzás una calle y es otra jurisdicción. Pero hay articulación para trabajar en conjunto con la Justicia de Santa Fe. Siempre es mejor mantenerte con tu departamental (de Policía) y en tu terreno. Pero en este caso es cuestión de colaboración.

-Hace una semana que llegó a San Francisco: ¿con qué se encontró?
-Estoy viendo los puntos calientes, me fueron informando y quiero conocer más para tener una visión mayor. Pero entiendo que sacando un kiosco de venta de drogas de un barrio sacás una referencia, una mala influencia y empezás a limpiar. Deja de haber “soldaditos”, mala junta. Es un trabajo duro, pero lo vamos a intentar. Si no ponés límites funciona como un cáncer que se ramifica. Si lo dejás actuar va a crecer, y se generan otros puntos de venta en las cuadras siguientes. El narcotráfico ha invadido todo, no importan las edades ni el estrato social. Lo que sí me llamó la atención es que en esta fiscalía la mayoría de las causas tienen sentencia porque llegaron a juicio. Eso es clave porque muestra una respuesta concreta de la Justicia.
-Cuando el gobernador Martín Llaryora presentó las nuevas fiscalías de Lucha contra el Narcotráfico pidió que Córdoba sea un terreno hostil para los narcos. ¿Están las herramientas para ello?
-Lo que he pedido me lo han brindado. He sentido mucho apoyo de las fuerzas policiales, del Ministerio Público Fiscal, están constantemente colaborando. También hemos logrado una buena conexión con los nuevos fiscales, muy buena predisposición, no noté egos. Sí me piden resultados, quieren ver resultados. Hay que trabajar para obtenerlos. Y eso se ve cuando una persona llama al 0800-888-8080 para denunciar y encontró luego una respuesta. Vio un allanamiento y que se cerró un punto de venta. Lo debe sentir la gente, caso contrario nadie va a creer en la política ni en la Justicia.