Pamela, la mujer de 38 años víctima de un intento de femicidio perpetrado por su expareja, Leonardo Miguel Galván (prófugo de la Justicia), quien le arrojó ácido en el rostro y cuerpo, alzó su voz para narrar el calvario que vivió durante 15 años junto a su agresor y la desilusión al buscar protección.
El hecho, ocurrido a fines de febrero en barrio Villa El Libertador, en el límite con barrio Comercial de la ciudad de Córdoba, conmocionó a la comunidad y puso nuevamente en el centro del debate la problemática de la violencia de género y la falta de respuestas efectivas para las víctimas, en otra jornada en la cual hubo un femicidio en Vicuña Mackenna.
Desgarrador relato de la mujer a la que le arrojaron ácido
En un relato a radio Mitre Córdoba, Pamela describió el momento del ataque: “Le pedí su teléfono para hablar con mi mamá para que no se preocupara (habían ido hasta un quiosco), cuando se lo voy a entregar veo la botella de ácido que lo tenía escondida atrás de él. Cuando yo intento correr, él empieza a tirarme todo el ácido encima mientras yo trato de cubrirme los ojos y la cabeza. Me tira todo el ácido, yo ahí salgo corriendo. Me saqué toda la ropa, y pedí socorro”. La mujer narró con crudeza cómo su piel se iba desgarrando por el ácido, mientras vecinos la ayudaban.
Actualmente, Pamela se encuentra internada en el Instituto del Quemado con quemaduras de tercer grado que afectan el 8% de su cuerpo, incluyendo tórax, abdomen y rostro. Su hermana, Vanesa, informó días atrás que Pamela está estable pero con mucho dolor y ya ha sido sometida a cirugías para remover el tejido quemado. “Es un dolor muy grande ver como la dejó. Lo único que pido es que lo encuentren y que pague por todo el daño que hizo”, expresó Vanesa.
Los 15 años de calvario
Pero el testimonio de Pamela va más allá del brutal ataque. Revela un historial de violencia y amenazas de muerte durante los 15 años de relación con Galván. Según su relato, incluso llegó a encerrarse con sus tres hijos por las noches, escuchando cómo su pareja drogada afilaba cuchillos y los amenazaba.
Lo más grave aún, según el testimonio de Pamela, es que ella había denunciado la violencia y buscado ayuda en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) e incluso tuvo un botón antipánico tras ser apuñalada y hospitalizada. En una oportunidad pasó 15 días en coma. Sin embargo, relata con dolor que la Justicia no le brindó la protección necesaria. Incluso, para poder recuperar a sus hijos, quienes tras una denuncia fueron dados en tenencia a los padres del agresor. Luego, el propio agresor le exigió que retirara las denuncias para poder ver a sus hijos. Un verdadero calvario.
“Muchas veces denuncié, pero la justicia nunca me ayudó. Una vez estuve internada en coma 15 días por una puñalada y volví de vuelta a casa. Siempre volví a casa porque siempre me sacaban los chicos”, declaró Pamela, evidenciando el desamparo.
Tras el ataque con ácido, Leonardo Miguel Galván se encuentra prófugo y con pedido de captura de la Fiscalía de Violencia de Género y Familiar. La familia de Pamela teme por su seguridad y la de sus hijos, quienes no han podido comenzar las clases por el miedo. Antes de atacar a Pamela, Galván incendió la vivienda familiar en Villa del Prado.
La hija de Pamela también expresó su temor en una carta: “Ella teme por su papá, dice que lo odia por todo el daño que le ha hecho a su mamá y que le tiene miedo, que teme que pueda atentar contra nosotros”.
Mientras tanto, Pamela lucha por su recuperación física y anhela justicia por los años de terror y el brutal ataque que le cambió la vida para siempre.