El incendio que desde el domingo pasado quema la zona más alta de las Sierras Grandes de Córdoba, al sur del cerro Champaquí, entró este viernes en su sexto día aunque con un panorama mucho más aliviado que días anteriores.
Hasta ahora el foco quemó unas 7.600 hectáreas en un radio de 56 kilómetros de perímetro y en una zona en parte inaccesible, por la topografía y la altura, para el combate de los bomberos con quebradas y terrenos riesgosos. Y representa el mayor de los últimos dos años. En 2023, el de más superficie afectada fue de 4.700 hectáreas, en la zona de Tulumba.
El vocero de la Secretaría de Gestión de Riego Climático, Roberto Schreiner, confirmó a La Voz que el incendio está contenido con perímetros inestables. Aún quedan “puntos calientes” en los que trabajan más de 40 bomberos que fueron trasladados en helicóptero.
Este viernes se realizó un sobrevuelo sobre la zona para conocer sí aún quedan puntos calientes, y se identificó una columna con fuego. Para combatirlo, el helicóptero transportó a diez brigadistas del Sistema Federal del Manejo del Fuego a la zona de La Paz, luego hará sobrevuelos con baldes de agua para apagar las llamas.
“Son 50 metros de fuego al que no se puede llegar porque está en una quebrada. Es muy difícil alcanzarlo, está entre San Javier y La Paz, cuando comienza la falda de la montaña”, indicó el vocero.
Y agregó: “No lo damos por extinguido hasta estar seguros y para que eso suceda puede pasar varios días”, afirmó.
Además, indicó que hay otros 63 bomberos que están listos para ser helitransportados una vez que se observen reinicios de puntos calientes.
Desde que comenzó el fuego, más de 300 bomberos trabajaron durante la semana con un gran esfuerzo físico para atravesar a pie el cerro con sus quebradas y barrancos.
“Hemos contado con todos los recursos necesarios por parte del Gobierno provincial. Quiero agradecer al Plan Provincial de Manejo del Fuego, Defensa Civil, al ETAC, al Sistema Nacional del Manejo del Fuego por el aporte de medios aéreos y un camión de comando, y a la Dirección Provincial de Aeronáutica”, dijo Schreiner.
Zona afectada
El incendio afectó una zona ubicada algo más al sur de la cima del emblemático cerro, hacia el área de su vecino Los Linderos.
Si por efecto de los cambiantes vientos, el foco hubiera virado las llamas hacia el norte, se pudo haber acercado a la zona de la escuela y de la docena de refugios para excursionistas de la base del cerro Champaquí.
El martes el fuego estuvo a unos siete kilómetros de esa área, pero el miércoles se contuvo ese frente, alejando aún más el riesgo sobre esos puntos.
Las llamas no se acercaron a ninguna vivienda. El fuego fue haciendo humo pastizales naturales de altura, arriba de los dos mil metros, en áreas sin casas ni habitantes.
El daño ambiental, con impacto en los suelos, en la fauna y en la captación hídrica en una zona clave para la formación de varios ríos, será importante.
¿Cómo y dónde se inició?
Mientras bomberos y aviones hidrantes combaten en la montaña, otra tarea complicada se libra en oficinas de Tribunales. En Traslasierra, la fiscal Eugenia Ferreyra inició una investigación para tratar de determinar el origen de la chispa inicial.
Fuentes cercanas a esa investigación anticiparon que hay sospechas de que haya sido intencional, y mencionaron que se aguardan algunas pericias. Habría algunas pistas que se siguen para determinar eventuales responsabilidades.
Lo que por ahora está claro es el lugar donde se inició el foco el pasado domingo: fue en la Quebrada de Irma, un sector escarpado de alta montaña, donde en 1995 se estrelló un avión, y al que suelen llegar algunos excursionistas.
