Una investigación federal por el escándalo del fentanilo contaminado que se cobró la vida de al menos 48 personas en Argentina, revela una sorprendente conexión: los dueños de los laboratorios implicados en las muertes viajaron en secreto a Rusia en 2020 para negociar la compra de la vacuna Sputnik contra el Covid-19.
Contexto de una tragedia sanitaria y su trama oculta
La causa por el fentanilo investiga la muerte de 48 pacientes que fallecieron tras recibir dosis en mal estado de este potente calmante.
Las muertes se atribuyen a infecciones bacterianas presuntamente provocadas por malas prácticas de fabricación en las ampollas de fentanilo. Los laboratorios directamente señalados en este trágico suceso son HLB y Ramallo.
La pregunta que surge con fuerza es por qué los responsables de estas empresas, en medio de un historial cuestionable, formaron parte de una misión oficial tan crucial, publica Clarín.
El misterioso vuelo a Moscú: ¿quiénes viajaron y por qué?
El 17 de octubre de 2020, en un contexto de estricto aislamiento por la pandemia, un avión partió hacia Moscú en una misión oficial secreta para negociar la vacuna Sputnik V.
La comitiva oficial estaba encabezada por Carla Vizzotti, entonces viceministra de Salud (y futura ministra), y la asesora presidencial Cecilia Nicolini. Junto a ellas, en calidad de veedora-asesora, viajó la farmacéutica Raquel Méndez, esposa del ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán.
Lo que ha generado mayor controversia es la presencia de otras figuras “fuera de la comitiva o en el límite de ella”:
- Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio HLB, junto a dos allegados suyos.
- Mariana De Dios, una empresaria santacruceña con vínculos cercanos a figuras políticas como Néstor Kirchner y, según una fuente, “es Cristina”.
Aunque dos fuentes aseguraron a Clarín que Vizzotti y Nicolini se enteraron de la presencia de García Furfaro al momento de subir al avión, otras tres consideraron “inverosímil” esa versión. Una versión intermedia sugiere que sabían que HLB viajaría para negociar con las mismas personas, pero cada parte tenía su “propia agenda” en un contexto de escasez de vuelos y la urgencia por conseguir vacunas.
El lobby entre Argentina y Rusia habría sido facilitado por el cineasta Fernando Sulichin, presente en Moscú.

El perfil de los dueños de HLB y Ramallo
Los nombres de Ariel García Furfaro y Jorge Salinas resuenan con un historial de controversias en el “mundo farma”.
- Jorge Salinas, dueño de Laboratorios Ramallo y socio de García Furfaro, ha sido vinculado a la “mafia de la efedrina” y al triple crimen de General Rodríguez en 2008. Fue denunciado en 2006 por la entonces interventora del PAMI, Graciela Ocaña, por desvío de fondos. Además, fue dueño del laboratorio Apolo en Rosario, cuya caldera explotó en 2016 causando al menos cinco heridos.
- Ariel García Furfaro, quien levantó de la quiebra a HLB y era socio de Salinas, tiene una “enmohecida mochila de problemas” en su vida pública. Su pasado incluye vínculos políticos con “Kolina” y sindicales. Lo más impactante es su condena en 2002 a siete años de cárcel por tentativa de homicidio, al rociar con alcohol fino a un empleado, causándole quemaduras en el 65% del cuerpo. En la Unidad Penal Nº 9 de La Plata, García Furfaro se recibió de abogado y conoció a Jorge Salinas, a quien luego representó legalmente y con quien formó sociedad en el rubro farmacéutico. La clave de su “éxito” fue la oferta de productos a “precios de ganga”.
La conexión rusa: de negocios oscuros a vacunas millonarias
HLB ya mantenía negocios con Rusia desde hacía meses, importando insumos como barbijos y tests de Covid-19 baratos. El vuelo oficial con la comitiva de Vizzotti no fue el primero para García Furfaro. Según una fuente, en un viaje anterior para comprar medicamentos más baratos, los rusos le ofrecieron a García Furfaro ser representante de la futura vacuna Sputnik en Argentina.
García Furfaro habría ofrecido la Sputnik al Gobierno argentino, pero “no le dieron bola” inicialmente. Finalmente, habría logrado el “entre” gracias a políticos de la provincia de Buenos Aires, mencionando a “gente vinculada a Cristina”. HLB contaba incluso con una carta de intención del Fondo Soberano ruso, un acuerdo que mostraba el interés ruso en su propuesta. La idea era ambiciosa: fabricar la vacuna en Argentina con una planta “llave en mano” de origen chino, dado que Rusia no tenía dosis suficientes para todos los pedidos.
Internas gubernamentales y el destino de HLB en la negociación
El año 2020 fue de intensas negociaciones para la adquisición de vacunas. El gobierno mantenía conversaciones con Pfizer y el entonces ministro de Salud, Ginés González García, impulsaba el acuerdo con AstraZeneca, cuya vacuna se produciría en Argentina de la mano de mAbxience, del Grupo Insud de Hugo Sigman, muy cercano a Ginés.
En esta “marea” de intereses, HLB no logró concretar el acuerdo por la Sputnik. Existen dos versiones sobre el motivo:
- Una sostiene que los rusos descartaron a García Furfaro por sus antecedentes penales.
- Otra indica que fue el propio Ginés González García quien impulsó la salida de HLB de la negociación, con miras a favorecer el acuerdo con AstraZeneca o simplemente por saber con quiénes se metía. Fuentes cercanas afirman que “Ginés tenía sus cosas, pero de boludo, ni un pelo”. La primera versión de Ginés es que envió a Vizzotti porque no tenía intenciones de negociar con Rusia ni con HLB, apuntando a AstraZeneca.
Justicia en marcha: las ramificaciones de una investigación crítica
Mientras los familiares de las víctimas del fentanilo claman por justicia, la investigación federal sigue su curso. La causa recayó en el juzgado de Ernesto Kreplak, hermano del actual ministro de Salud bonaerense. Aunque su permanencia en la investigación ha sido cuestionada, su entorno defiende su imparcialidad y el avance firme de la investigación.