Los vecinos de Salsipuedes no salen de la conmoción y dolor por el femicidio de Carmen Andrea Aguirre (38) a manos de su pareja Matías Aragone (44), quién la mató este 25 de diciembre por la noche en la vivienda en la que convivían junto a dos hijas, en la ciudad de Salsipuedes.
Nadie durmió. Los vecinos estuvieron alertas desde que escucharon ladrar a los perros y los gritos de las hijas de Andrea, que desesperadas cruzaron las rejas de la casa, ubicada sobre calle Ameghino, para pedir ayuda. Adentro, Aragone seguía apuñalando a Andrea.
Incluso en el grupo de Whatsapp, en contacto con la Policía, los pedidos de auxilios se multiplicaban. Muchos quisieron ayudar a la mujer, pero temían a la reacción del homicida. Prefirieron esperar a la Policía que tardó ocho minutos. “Pareció una eternidad”, relató un vecino.
“Estábamos desesperados. Llamábamos porque no nos animamos a entrar”, dijo otra vecina que salió a ver qué sucedía y se encontró con las nenas, de entre 14 y 9 años, ensangrentadas y pidiendo ayuda. Atinó a agarrarlas y entrarlas a su casa.
“Sangraban y nos dijeron que su papá estaba apuñalando a su mamá por la espalda”, afirmó.
Las chicas les pedían a los vecinos que salven a su mamá. Uno tomó un palo y se dirigió a la casa. Cuando llegó a la puerta vio al femicida con un cuchillo en la mano. Otros también fueron al lugar y esperaron que llegara la Policía.
Escenario de tragedia
Un vecino que vive a tres casas del femicida, expresó: “Lo vimos a Aragone ensangrentado y con la mirada perdida. Nos miró con el cuchillo en la mano y salió al patio, después volvió a ingresar a la casa. No dijo nada”.
Cuando llegaron los policías le dieron la voz de alto a Aragone, pero este se abalanzó sobre uno de ellos con un arma blanca con intenciones de apuñalarlo. El policía disparó dos veces: una bala impactó en la pierna derecha y la otra en el abdomen. Andrea yacía tirada en el piso de la cocina.
Las niñas fueron asistidas por un servicio de emergencias por heridas cortopunzantes leves y están recibiendo asistencia psicológica por parte del equipo de violencia extrema del Polo de la Mujer de Córdoba. Además, se encuentra interviniendo la Se.N.A.F. provincial y la Oficina de Protección de los derechos del niño, niñas y adolescentes.
El femicida fue trasladado al hospital Urrutia de Unquillo y luego al Tránsito Cáceres de Allende, de Córdoba, donde murió durante la mañana de este martes.
La causa judicial es investigada por la Fiscalía de Violencia Familiar y Violencia de Género a cargo de Andrea Martin Artesi, quien imputó a Aragone –antes de fallecer– de homicidio doblemente doblemente calificado por mediar violencia de género y por el vínculo, y lesiones leves calificadas reiteradas.
Además, la fiscal Liliana Copello investiga las circunstancias de la muerte del agresor y aguarda el resultado de la autopsia.
Una calle, dos femicidios
Al frente de la casa, con el número 52 en la pared, un auto de la Policía está de consigna. Las cintas impiden el ingreso. Desde dentro, la Duster gris que manejaba Andrea sigue estacionada donde la dejó unos minutos antes de ser asesinada.
Una vecina conmovida relató que vio a la víctima ingresar y la saludó. “Al parecer ella le habría recriminado a él que estuvo bebiendo todo el día”, afirmó. Fue en esos minutos cuando la atacó con furia en presencia de sus hijas.
Además, la mujer cuenta que las pocas veces que cruzaron palabras con el femicida fue cuando su marido le ofreció ayuda con algunas herramientas. “Me enteré por el vecino del frente que se dedicaba a colocar alarmas”, apuntó.
El dolor se acrecienta en el barrio porque saben que dos nenas presenciaron el horror y se quedaron sin sus padres. “Repetís una y otra vez la escena porque no estás preparado para vivir una situación así”, destací una mujer.
Los ventanales de la casa que dan a la calle dejaban ver este martes un arbolito de Navidad encendido, como señal de festividad. Salvo por las cintas de “prohibido ingresar” puestas por la Policía, y el patrullero custodiando, nadie se percataría que allí hubo un brutal femicidio.
En medio de tanto estupor y conmoción, los vecinos no olvidan que hace dos años, en la misma calle pero en la casa número 113, Margarita Sánchez también fue asesinada por su pareja, Fabián Romero.
En un barrio tranquilo, a pocos metros de la ruta E-53, nadie puede imaginar semejantes hechos.
Denuncia
De acuerdo a la Justicia, Aragone tenía pendiente un juicio en la Cámara 7ª del Crimen de Córdoba, desde 2019 por “violación de domicilio” y “amenazas calificadas” en perjuicio de Andrea.
Ese año, el fiscal de Violencia Familiar Pablo Camacho elevó la causa en contra de Aragone por agresiones a la madre de sus hijas. En la etapa preparatoria del juicio en agosto del mismo año, “el equipo técnico interdisciplinario especializado en causas de violencia familiar concluyó que no existía riesgo para Carmen Andrea Aguirre. Y recomendó para ella en esa etapa”.
Este martes, fuentes judiciales informaron que, debido a las figuras penales que se juzgaban, la causa prescribió por el transcurso del tiempo.
Tres femicidios
Con la muerte de Carmen Andrea Aguirre, ya son tres los femicidios en Salsipuedes, en la región de Sierras Chicas.
El 19 de diciembre pasado se cumplió un año del asesinato de Sofía Sosa a manos de su expareja, Luis Gómez. La causa fue elevada a juicio aunque aún no tienen fecha de inicio del proceso.
Y en abril de 2022, el femicidio de Margarita, una mujer chilena, a manos de su pareja enlutaba a la localidad y la zona. Con el asesinato de Andrea son 15 los femicidios, en lo que va del año, en Córdoba.
Desde el Punto Mujer de Salsipuedes expresaron mediante un comunicado que están acompañando a la familia de Andrea desde las primeras horas.
Mientras, para este martes a las 20 se organiza una movilización de vecinos en la rotonda de ingreso a Salsipuedes para reclamar por esta nueva tragedia.
