Mercedes Martínez tenía el botón antipánico en la mano cuando su exmarido la golpeó en la cabeza y luego baleó a Milagros, la menor de las tres hijas que la pareja tenía en común.
El peor final de una historia de 30 años de violencia de género tuvo lugar este miércoles en la calle General Paz al 3068 de barrio Alta Córdoba, en la capital provincial, cuando Rafael Bottone, de 61 años, violó la restricción de acercamiento que tenía vigente tras denuncias de su ex, se metió en la casa y, tal como lo hizo en otras oportunidades, las amenazó de muerte.
La causa es investigada por la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género de turno a cargo de Gerardo Reyes. Desde la fiscalía confirmaron que la restricción de acercamiento y el botón antipánico estaban activos.
Mercedes alcanzó a dar aviso con el botón pero el atacante las agredió en el acto y la Policía llegó minutos después. La hermana de Mercedes dijo que la mujer había hecho nueve denuncias en el Polo de la Mujer.
Femicidio en Alta Córdoba
Mercedes y su hija Milagros salieron corriendo a la vereda en búsqueda de ayuda y llegaron a cruzar la calle. Allí, él las golpeó, Mercedes se desmayó por el fuerte impacto en la cabeza y el agresor le disparó a su propia hija en medio de insultos hacia ella. Un desprecio total por la vida, que terminó en femicidio.
Mirta, una vecina, salió tras escuchar los disparos y vio la tremenda escena. “Cuando salgo lo veo a él caminando con el arma. Levanto a Mercedes y tenía dos teléfonos en la mano; uno era el botón antipánico. A Milagros la cargó la Policía en un móvil porque la ambulancia no llegaba, y a Mercedes la llevaron en otro móvil. Ella estaba consciente”, indicó la mujer.
Fuentes judiciales confirmaron que la Mercedes, de 58años, se encuentra fuera de peligro.
Adriana, al igual que otras vecinas, sabía que la mujer se había separado hace unos años. “Hace 30 años que sufría violencia de género; era una manipulación constante. A pesar de que yo vivo desde 1995 en el barrio, ella no me habló durante 20 años, porque él se lo prohibía. Cuando él comenzó a amenazar a la hija, ahí ella decidió separarse. Esto fue en 2021. Ellas vivían con un miedo constante″, relató Adriana, vecina y amiga de Mercedes.
Mercedes denunció las amenazas y los hechos de violencia y, según el relato de la mujer, primero se fue a vivir a la casa de una amiga y luego la Justicia ordenó la exclusión de Bottone del hogar familiar.
Adriana relató en diálogo con La Voz que la restricción de acercamiento se estaba por vencer, al igual que el botón antipánico, ante lo cual le había sugerido que solicitara la tobillera dual, un dispositivo de monitoreo permanente que sigue la geolocalización de la víctima y el victimario.
Luego de ello no supo más nada y ahora, entiende que le renovaron las medidas de protección que tenía. Fuentes de la fiscalía confirmaron a La Voz que el botón antipánico y la estricción de acercamiento estaban vigentes.
Un final anticipado
“Era un final anticipado. Rafael era una persona sumamente violenta. Los vecinos le teníamos miedo; estamos muy shockeados”, agregó Adriana.
Adriana recordó que en su momento la Justicia allanó la casa y se secuestraron armas de propiedad de Bottone. “Las amenazaba a las dos porque Milagros lo enfrentaba ante estas situaciones”, recordó la abogada.
En medio del shock por la noticia, Adriana recordó que Mercedes estaba contenta porque los últimos estudios por su tratamiento de cáncer habían dado bien: “Habíamos quedado en reunirnos para celebrar esta noticia y mirá con lo que nos levantamos hoy”.
Mercedes era ama de casa, y Milagros, estudiante de abogacía de la Universidad Nacional de Córdoba. Le quedaban pocas materias para recibirse y había comenzado a trabajar de preceptora en el colegio Monserrat.
La joven falleció cerca del mediodía producto de las heridas provocadas por su padre. Sus sueños quedaron truncados como consecuencia de la violencia de género. Familiares de las mujeres estaban conmocionados en la puerta de la casa, que estaba cercada por personal del Ministerio Público Fiscal.
Aunque por la muerte del homicida no habrá causa judicial con imputaciones, es probable que el caso encuadre en la figura de femicidio vinculado: aquel en que se ocasiona la muerte a una persona para afectar a la que está dirigida la agresión.
La violencia de género es una problemática social que viola los derechos humanos y libertades fundamentales, y tiene como víctimas principales a mujeres y personas LGBTIQ+. El 60% de los femicidios ocurridos en Argentina son perpetrados por parejas o exparejas de las mujeres.
