Aunque su historia se remonta a más de 10.000 años, este fruto recién se puso de moda hace pocos años y hoy se consume en todo el mundo. Desde desayunos y ensaladas hasta snacks y productos en mercados y cadenas de comida rápida, se volvió un favorito global que parece estar en todas partes.
Es una fruta (a pesar de que muchos creen que es una verdura) rica en fibra (5%) y grasas saludables (15%). Gracias a su alto valor en ácido oleico ejerce efectos cardiovasculares beneficiosos, disminuyendo los niveles de colesterol plasmático. Además aporta una buena cantidad de vitaminas y minerales. Posee ácidos grasos monoinsaturados que pueden ayudar a cuidar la salud cardiovascular.
El superalimento que ayuda a combatir la hinchazón y recuperar energía
La palta, conocida como aguacate en gran parte de Latinoamérica, se posiciona como un aliado esencial al ser rico en agua, minerales clave como el potasio y el magnesio y grasas saludables que favorecen la hidratación y la saciedad.
Contiene aproximadamente un 73% de agua en su composición, por lo que es una fruta perfecta para contribuir de forma directa al aporte hídrico del organismo.
Pero las propiedades de la palta van más allá de eso. También contiene una cantidad superior a 485 mg de potasio por cada 100 gramos, un mineral clave para regular el equilibrio de los líquidos en las células, favorecer la hidratación celular y prevenir calambres y fatiga.
También aporta magnesio, fundamental para la función muscular, el estado de ánimo y la producción de energía.
Esta fruta es beneficiosa a su vez para la piel, que se ve dañada durante el periodo estival por factores como el sol, el cloro o el aire acondicionado.

Grasas, pero saludables
Las grasas monoinsaturadas de la palta, en especial el ácido oleico, actúan como un auténtico tratamiento de nutrición desde el interior. “Son oro puro para la piel”, sostiene la divulgadora de estilo de vida saludable María Pérez Espín.
Además tiene vitamina E, que es antioxidante y ayuda a combatir el daño de los radicales libres, esos que se disparan con la exposición al sol.
Asimismo, su combinación de grasas saludables y fibra soluble ayuda a la salud intestinal, alimenta la microbiota beneficiosa y permite a mantener una digestión regular, previniendo la hinchazón abdominal, común después de comidas copiosas.
“La fibra de la palta favorece una buena salud intestinal, alimenta a las bacterias buenas del microbiota y ayuda a regular el tránsito, lo que puede reducir esa sensación incómoda de inflamación abdominal”, detalla Pérez.
Consejos para el consumo de palta
La palta es el fruto del árbol Persea americana, originario de América Central y México. Pertenece a la familia de las Lauráceas y se caracteriza por su forma ovalada o de pera, piel verde o marrón y su interior suave con una semilla grande en el centro.

- Su temperatura ideal de almacenamiento es entre 5° y 8°C. La palta está madura y apta para el consumo si al sacudirla se nota que el hueso del interior se mueve o cede levemente al presionar con los dedos.
- Para que la fruta madure se debe envolver la palta en papel de diario acompañado de una fruta (como una manzana) y su maduración se reducirá a 2 o 3 días. Otra forma de madurar la fruta es dejarla a temperatura ambiente, lejos de la luz directa y con una temperatura que oscile entre 18º y 24º, por 1 semana aproximadamente.
- Para conservar una palta ya cortada, se recomienda cubrir las partes expuesta con jugo de limón. Si sólo se consume la mitad de la fruta, se puede conservar la otra mitad para el día siguiente dejando el hueso de su interior y rociándolo jugo de limón.
- Para prevenir la madurez se recomienda introducir la palta verde en la heladera y refrigerarla a una temperatura entre 4º y 6º. También se puede reducir el tiempo de proceso de madurez envolviendo la fruta en papel film o en un contenedor hermético para evitar que entre en contacto con el aire.
- Para su conservación se puede congelar. Se debe extraer la pulpa, aplastarla bien y mezclarla con un poco de jugo de limón.