Cada vez más sectores expresan preocupación por el aumento de la demanda de camas críticas. En una semana, la cantidad de pacientes internados con diagnóstico de Covid-19 aumentó un 22,4 por ciento.
Según datos del Ministerio de Salud de Córdoba, la cifra pasó de 1.144 el 9 de mayo a 1.401 el domingo pasado. No hay datos oficiales sobre el total de pacientes internados en unidades de terapia intensiva por el resto de las patologías o problemáticas, como accidentes.
Ignacio Escuti, secretario de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Córdoba (Aclisa), indicó: “La situación está muy complicado. Está todo lleno y las clínicas nos seguimos desfinanciando. La ayuda que promete el Estado nunca llega”, informó.
Escuti informó que los pacientes con Sars-Cov-2 ocupan cada vez más lugares en las terapias, dejando a las instituciones más complicadas, en caso de que aparezcan cirugías de emergencia como infartos o accidentes en la vía pública.
El secretario de Aclisa agregó que también están teniendo dificultades aquellos pacientes con cirugías programadas que fueron suspendidas el año pasado, por causa de la pandemia. “Estas personas empezaron a no tener lugar”, dijo.
También informó que las instituciones privadas tienen cada vez más problemas económicos, con riesgo de desfinanciarse, porque los costos de cada paciente que ingresa con diagnóstico positivo excede sobremanera a los ingresos que entran a cada clínica o sanatorio. Pidió al Estado que actualice los módulos Covid-19.
La preocupación es compartida por Rubén Ovelar, director ejecutivo de la obra social de jubilados Pami, en Córdoba. “Estamos complicados como en octubre del año pasado. A nivel provincial, la ocupación de camas puede rondar el 80 por ciento. Pero hay localidades como San Francisco, Villa Dolores y Cruz del Eje que están completamente colapsadas”, aseguró.
“Tenemos que estar trasladando pacientes de un lado para el otro. Seguimos con alta demanda y no tenemos disponibilidad. También Punilla está complicada. El hospital Domingo Funes está lleno y las camas privadas de la zona no alcanzan”, agregó.
Ovelar reconoció que muchos afiliados que tenían cirugías programadas desde el año pasado volvieron a sufrir la suspensión de sus turnos, por falta de camas. “Muchas cirugías –detalló– que se habían postergado en 2020 a causa de la pandemia se lograron hacer en el verano, cuando los casos habían bajado. Pero ahora lamentablemente tuvimos que reprogramar de nuevo para darle prioridad al Covid-19. Además es muy delicado. No queremos que se infecten los afiliados sanos dentro de los sanatorios”.
El referente de Pami en Córdoba indicó que, de no tomarse medidas más restrictivas, el panorama al corto plazo será desalentador: “Los casos siguen en curva ascendente y esto nos preocupa mucho. Estamos en una situación parecida a la que tuvimos en el mes de octubre que fue el peor momento. Si esto se incrementa, la cosa se va a poner realmente complicada”.
Centro de referencia
Por su parte, Miguel Díaz, director del hospital Rawson, explicó que el porcentaje de ocupación en ese centro de salud es del 95 por ciento. “Este margen del 5 por ciento nos deja con muy pocas camas disponibles, aunque en el Modular, tenemos más disponibilidad”, aclaró.
El directivo explicó que las derivaciones forman parte de la dinámica habitual de los hospitales. En el Rawson, por ejemplo (centro de referencia para la atención de pacientes críticos con Covid-19), algunos pacientes que se recuperan del virus y quedan con secuelas, suelen ser trasladados a otras instituciones cuando, por ejemplo, quedan con respiradores o secuelas.
