En Argentina, el 30% de los hombres padecen problemas de calvicie y la edad de comienzo del problema bajó de la franja de 30-45 a los 20 años. En tanto, aproximadamente el 40% de las mujeres experimenta algún tipo de alopecia a lo largo de su vida, aunque no todas lo manifiestan de manera visible.
El estigma de tener alopecia causa más depresión y ansiedad que la enfermedad en sí, según una nueva investigación dirigida por el King’s College de Londres, en el Reino Unido.
Se trata del estudio más grande de su tipo, publicado en el British Journal of Dermatology, que concluye que el impacto en la calidad de vida de las personas con alopecia está determinado por las percepciones negativas y el estigma asociado con tener la enfermedad.
El verdadero problema de la alopecia
El estudio encuestó a 596 adultos con alopecia areata y descubrió que más del 80% informó que tiene síntomas de ansiedad o depresión.
Más del 50% se sentía avergonzado por su condición y más de un tercio de los pacientes reportaron problemas con sus actividades habituales como el trabajo, el estudio, las tareas del hogar, las relaciones familiares o las actividades de ocio.
La investigación encontró que aquellos con percepciones más positivas de la enfermedad tenían síntomas de ansiedad más bajos.
Qué es la alopecia areata
Es una enfermedad autoinmune compleja, en la que el sistema inmunitario de una persona confunde sus folículos pilosos con un cuerpo extraño y los ataca.
Suele comenzar con zonas aisladas de pérdida de cabello, generalmente una o más del tamaño de una moneda (generalmente redondas u ovaladas) en el cuero cabelludo o en todo el cuerpo.
En casos graves, puede progresar a la pérdida completa del cabello en el cuero cabelludo (alopecia total) o a la pérdida total del cabello en el cuerpo (alopecia universal).
No es solamente un problema cosmético
Se cree que más del 2% de la población mundial se verá afectada en algún momento de su vida por esta enfermedad, pero los autores del artículo enfatizan que todavía a menudo no se la toma en serio como una condición médica y se la trata como algo “cosmético”.
Los investigadores esperan que, al evaluar las percepciones de los pacientes sobre la enfermedad y el estigma durante las revisiones rutinarias, los profesionales de la salud puedan comprender mejor el impacto de la enfermedad.
Implementar intervenciones adecuadas de forma temprana puede ayudar a abordar las percepciones negativas y reducir el estigma para que los pacientes puedan afrontar mejor la situación.
El doctor Christos Tziotzios, autor principal, dermatólogo consultor y profesor adjunto superior del Instituto de Dermatología St. John’s del King’s College de Londres, aseguró: “La alopecia puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona, afectando no solo su apariencia física sino también su autoestima y bienestar mental general. A pesar de esto, es una condición que los profesionales de la salud suelen pasar por alto”.
Al identificar las causas subyacentes de la mala salud mental en personas con alopecia, insistió el profesional, se puede brindar un apoyo más temprano y específico.