Investigadores de la Unidad de Epidemiología de la Universidad de Cambridge analizaron datos de más de 23.000 personas durante 20 años para evaluar los beneficios de la Dieta de Salud Planetaria (DSP).
El estudio, publicado en PLOS Medicine, concluye que seguir un plan basado en alimentos vegetales saludables reduce hasta un 32% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en quienes más adherencia muestran.
Según los científicos, esta dieta prioriza frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, mientras limita la carne roja, los productos ultraprocesados y las bebidas azucaradas, generando un impacto positivo tanto en la salud como en el bienestar general.
Menos contaminación a través de la alimentación
Más allá de la salud, la investigación también evaluó el impacto ambiental de la dieta vegetal. Los participantes que seguían el plan más estrictamente emitieron un 18% menos de gases de efecto invernadero, mostrando cómo pequeños cambios en la alimentación pueden contribuir a reducir la huella ambiental.
“La alimentación saludable para el planeta protege la salud y al mismo tiempo ayuda a frenar la contaminación generada por la dieta”, explicó la profesora Nita Forouhi, autora principal del estudio.

Una estrategia que combina salud y sostenibilidad
Aunque el estudio no establece un vínculo causal directo, los expertos destacan que promover dietas vegetales puede ser una estrategia doble: prevenir enfermedades crónicas y reducir el impacto ambiental.
El doctor Solomon Sowah agregó: “Fomentar la alimentación basada en plantas es clave para lograr beneficios simultáneos para la salud humana y el medio ambiente. Se necesita la acción de individuos, instituciones y responsables políticos para facilitar un consumo más saludable y sostenible”.
Cómo empezar con la Dieta de Salud Planetaria
Adoptar una dieta centrada en plantas no requiere cambios drásticos. Aumentar frutas y verduras, priorizar cereales integrales y reducir carne roja y ultraprocesados son pasos que ya pueden marcar la diferencia.
Los beneficios van más allá del bienestar personal: cada comida consciente también contribuye a un planeta más saludable.