Sábado, faltan unos minutos para las 22. En el control que la Policía Caminera tiene en la avenida de Circunvalación de la ciudad de Córdoba, en el arco norte, un agente agita un bastón luminoso, haciendo la señal de que el automóvil se detenga. El conductor baja el vidrio de la ventanilla, y el policía le pide que sople.
“¿Dónde?”, pregunta el civil. “En la punta del bastón”, responde el uniformado, que mira una pantalla pequeña en el otro extremo del dispositivo. “Siga viaje nomás, muchas gracias”, dice el policía, mientras que hace el movimiento pendular con el brazo indicando que el vehículo debe avanzar.
Para muchos de los que circulan por las rutas de la provincia de Córdoba, la situación es novedosa: ¿Qué es ese nuevo dispositivo con el que la Caminera detecta si el conductor está bajo los efectos del alcohol?
Se trata de un bastón lumínico que cuenta con otras funciones además de ser un asistente para las señales que los agentes de la Policía realizan en las rutas. Según informaron desde el Ministerio de Seguridad, también posee una luz ultravioleta que permite verificar las marcas de agua en las licencias de conducir, en los documentos y en las chapas patente.
Además, posee una potente sirena que se puede accionar si la señal lumínica no es suficiente para dar alguna alerta.
Y por último, posee en su extremo un sensor que detecta la presencia de alcohol en los conductores. Hay que recordar que la Ley Provincial de Tránsito establece que el alcohol en sangre debe ser cero para quienes manejan autos, motos y todo tipo de vehículos por las rutas cordobesas.
En la Policía Caminera los están utilizando desde principios de este mes, con resultados que permitieron incrementar en un 200% la cantidad de actas labradas por alcoholemia positiva.
¿Y los alcoholímetros?
Desde la Fuerza aclararon que el instrumento les permite optimizar el uso de los alcoholímetros: si el bastón indica que hay indicios de alcohol, al conductor se lo somete a una prueba de alcoholemia utilizando los aparatos homologados.
De esa forma, ya no se desperdician los descartables que tienen los alcoholímetros: según remarcaron desde la Policía Caminera, el 100% de los casos que detectó el bastón lumínico fueron luego casos positivos con los dispositivos que cuentan los agentes.
Por otra parte, se trata de un procedimiento que sólo demora unos pocos segundos: el conductor sólo debe soplar en el extremo del bastón para que el policía vea el resultado de manera inmediata.
“Nos permitió incrementar de manera exponencial la cantidad de controles que hacemos en la ruta”, remarcó una de las principales autoridades de la Policía Caminera.
Sanciones
Como se dijo antes, en las rutas de la provincia Córdoba no se permite el alcohol en sangre a la hora de conducir.
En la Policía Caminera señalan que el alcohol produce que las barreras inhibitorias de la persona produzcan excitación, disminuyendo la percepción del entorno, y por ende su comprensión (por ejemplo la velocidad y la trayectoria de un vehículo).
A eso se suma la disminución de reflejos, con pérdida de la visión periférica, y nublándose la visión frontal; la sensación de miedo se retarda en las primeras etapas, por lo que la persona tiene la falsa creencia que puede hacer más cosas de las humanamente posibles, “y que nada va a sucederle a él; trastorno de la visión y del significado, no llegando a comprender o confundiendo las señales de tránsito”.
En caso de alcoholemia positiva, se consideran faltas graves o muy graves, de acuerdo a la cantidad de gramos alcohol en sangre que tenga el conductor.
Cuando es muy grave, se aplican sanciones que van desde 200 a 400 unidades fijas y una pérdida de 5 a 20 puntos, que son los que posee la licencia de conducir. En dinero, van desde unos $ 220 mil hasta $ 441 mil.
Y si el grado de alcohol es alto, o hay reincidencia, las sanciones van entre 1.200 y 2.000 unidades fijas, que en dinero van desde $ 1.324.800 hasta $ 2.208.000.
