El domingo pasado, a los 93 años, murió la reconocida pediatra y pionera de la investigación genética del país: la doctora Raquel Dodelson de Kremer, quién fundó el Centro de Estudios de Metabolopatías Congénitas (Cemeco) para el estudio de enfermedades genéticas metabólicas.
Su muerte causó pesar en la comunidad científica y médica de Córdoba. Sus “discípulas” las doctoras en Ciencias Químicas Laura Loróvere y Carola Grosso, quienes están cargo de Cemeco en el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad, la recordaron con emoción.
“Para nosotras fue como una madre, realmente una mentora. Fue muy cálida y nos enseñó muchísimo”, aseguraron a La Voz.
Además agregaron que la mejor enseñanza que les dejó fue luchar ante los inconvenientes. Loróvere y Grosso, son docentes en la Facultad Ciencias Médicas, ambas tuvieron como profesora y directora de tesis a Dodelson de Kremer.
Ingresaron al Centro siendo muy jóvenes y la doctora Raquel las formó profesionalmente. “Nos transmitió la pasión por la especialidad”, coincidieron las especialistas que llevan más de 30 años en el lugar y trabajaron con la especialista hasta el 2019.
Una figura clave para sus estudiantes
“Para nosotras fue una figura importante y tratamos de llevar ese mensaje: siempre hay que tener en cuenta al paciente y a la familia, ser empáticos; que hay que llegar al diagnóstico, siempre con estudio e investigación”, remarcaron.
Y agregaron: “Son enfermedades genéticas hereditarias, muchas de ellas muy duras, con un compromiso neurológico severo”.

También subrayaron que fue pionera como mujer, investigadora y autodidacta, incluso aprendió inglés y francés. “Ahora tenemos Internet, pero en su época ella escribía de puño y letra a especialistas a nivel mundial, con los que estuvo vinculada, y para conseguir artículos científicos”, indicaron.
Las dos expertas recordaron que Raquel empezó sola en el laboratorio y después se formó un grupo que ahora llega a siete personas en Cemeco, incluidas ellas dos.
Multipremiada y reconocida
Dodelson de Kremer fue multipremiada, uno de los hitos más importantes de su carrera llegó en 1992, cuando recibió en España el Premio Reina Sofía por un estudio genético en una comunidad de las Altas Cumbres.
En el 2005 uno de sus últimos trabajos fueron publicados en la revista Clinical Genetics, a través del cuál descubre alteraciones genéticas con deficiencia de ácido fólico, en el que trabajó también la doctora Grosso. En 2010 fue reconocida por la Academia Nacional de Ciencias.
La directora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) Córdoba, Mónica Balzarini, remarcó a La Voz que la vida y el trabajo de la doctora Dodelson de Kremer es un orgullo para Córdoba y un gran ejemplo de cómo la ciencia local impacta en el bienestar de las personas.
Además, añadió que en la genetista se formó como médica en la UNC, y mantuvo la vocación de continuar estudiando e investigando para profundizar su conocimiento.
“Destinó su vida a estudiar una enfermedad rara que observó en una comunidad de las Alta Cumbres, y sus estudios ayudaron a dilucidar mecanismos claves para tratar trastornos por metabolopatías congénitas”, manifestó Balzarini.
Y resaltó los premios internacionales que obtuvo Raquel “en reconocimiento a estos logros”. Además del trabajo silencioso y la formación a estudiantes de grado y posgrado, una manera de seguir generando conocimiento para el bienestar común.
“Su trayectoria marca un hito para mujeres y niñas en la ciencia cordobesa”, agregó.