En medio del reclamo del personal del hospital Garrahan, quienes alertan que los salarios parte del personal médico y administrativo no llegan a $ 800 mil por 68 horas de trabajo semanales, el Gobierno nacional negó un desfinanciamiento del centro asistencial y aseguró que los fondos están, pero son mal utilizados.
Así lo sostuvo el vocero Maunel Adorni, quien durante la conferencia de prensa de este jueves coincidió con el reclamo del personal y aseguró: “Deberían ganar más de lo que ganan”.
Sin embargo, desligó al Gobierno nacional de la polémica al sostener que los fondos están mal utilizados.
“Los recursos están, pero durante años se destinaron a inflar la planta administrativa. El dinero no está llegando efectivamente a donde tiene que llegar”, sintetizó ante la consulta de un periodista.
La protesta en el Garrahan y conciliación obligatoria
El Ministerio de Trabajo decretó este miércoles la conciliación obligatoria en el conflicto que mantiene enfrentados a gremios y autoridades del Hospital Garrahan.
La decisión busca asegurar la provisión ininterrumpida de cuidados médicos en la institución pediátrica y pone un freno al paro total de personal que había sido anunciado para este jueves 29 de mayo.
La resolución establece un periodo de quince días durante el cual las partes involucradas, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y el Sindicato Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital de Pediatría Garrahan, deben abstenerse de realizar medidas de fuerza y garantizar la prestación de servicios normales.
El motivo del conflicto y la posición gremial
El conflicto escaló luego de que, en una asamblea realizada el día previo a la medida gubernamental, los trabajadores del Garrahan votaran unánimemente un paro total en reclamo de mejoras salariales y en el marco de un conflicto por el atraso de los sueldos.
Esta medida de fuerza se sumaba a una huelga por tiempo indeterminado que ya mantenían los residentes.
Adicionalmente, se contemplaba una movilización hacia el Ministerio de Salud.
Alejandro Lipcovich, trabajador del hospital y secretario general de la Junta Interna de ATE, describió la situación como un “límite de vaciamiento y asfixia salarial”.
En diálogo con Infobae, explicó que la adhesión del personal de planta no solo era un gesto de acompañamiento a los residentes, sino que comparten las mismas condiciones laborales. Como ejemplo, mencionó que “un enfermero con 10 años de antigüedad no llega a los 900 mil pesos”.
Según Lipcovich, esta situación ha derivado en un éxodo de profesionales, incluso especializados, lo que —a su entender— afecta la capacidad operativa del centro de salud.
Sostuvo que “Las víctimas son cientos de miles de niños y niñas que acuden al Garrahan cada año”, y acusó a las autoridades del hospital designadas por el gobierno, afirmando que “Lugones y los funcionarios que nombró en el Garrahan están decididos a vaciar el hospital a cualquier costo”.
