La mala nutrición es una de las principales causas de las enfermedades no transmisibles, que contribuyen a la muerte y la discapacidad en todo el mundo. Para abordar la epidemia global de las enfermedades relacionadas con la nutrición, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la implementación de sistemas efectivos de etiquetado nutricional en el frente del paquete (FOPNL, por sus siglas en inglés) que presenten información nutricional clara en el frente de los alimentos y bebidas envasados.
La adopción de mejores prácticas en el sistema de etiquetado frontal nutricional puede ayudar a reducir las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, la presión arterial alta y algunos tipos de cáncer. Así lo detalla un estudio de la Universidad de Nevada y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Etiquetado frontal: contribuye a reducir enfermedades no transmisibles
La investigación, publicada en Lancet Regional Health Americas, examinó la evolución de estas prácticas en las Américas, donde, de los 35 países miembros de la OPS, 30 introdujeron formalmente este tipo de etiquetado.
Para aumentar el impacto conviene, por ejemplo, incrementar el tamaño de las advertencias, emplear un fondo contrastante para una mejor visibilidad y el uso de la palabra “exceso” en lugar de “alto en”, según los investigadores.
El objetivo del etiquetado frontal es “ayudar a la población a comprender el contenido nutricional de los productos, reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y procesados con contenido excesivo de grasas, azúcares y/o sal y, en última instancia, ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables”, aseguró la OPS.
El estudio reveló que este etiquetado mejorado se usa cada vez más. Eric Crosbie, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Nevada, Reno, afirmó que “la diseminación de las mejores prácticas en la región” demostró “mejorar la calidad nutricional de las compras y se asoció con una mejor calidad de la dieta, que a su vez está asociada con una reducción en el riesgo de las enfermedades no transmisibles. El también coautor y asesor de la OPS, Fabio Da Silva Gomes, coincidió en que este etiquetado evolucionó en las Américas.
