Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio HLB Pharma Group S.A., volvió a quedar en el ojo de la tormenta al reconocer públicamente que espera ser detenido en los próximos días en el marco de la causa por el fentanilo contaminado.
“Voy a ir preso muy pronto, no quieren que se sepa la verdad”, afirmó este sábado en una entrevista radial, en medio de la investigación judicial por la distribución de fentanilo contaminado que ya dejó 96 víctimas fatales en distintos hospitales del país.
El empresario, a quien se le atribuye la fabricación y comercialización de los lotes adulterados, insistió en que se siente perseguido y lanzó fuertes acusaciones: “Soy el tipo más odiado del país. Hace tres meses que me llaman asesino y yo sigo poniendo la cara”.
Cruce con un periodista y acusaciones contra la Anmat
En diálogo con Marcelo Bonelli, García Furfaro protagonizó un tenso cruce en el aire. Allí defendió su inocencia y sostuvo que hubo fallas en los organismos de control: “Sacamos sesenta mil ampollas el primer día. Después la Anmat tendría que haber retirado el resto en 48 horas porque les dijimos dónde estaban. No lo hicieron. Lo terminó haciendo el juez”.
Además, deslizó la posibilidad de un atentado contra su laboratorio: “¿Si los servicios de inteligencia pudieron haber contaminado las ampollas? Puede ser una hipótesis. ¿Por qué descartarla?”.
La investigación judicial
El juez federal Ernesto Kreplak, a cargo de la causa, dispuso que el próximo 25 de agosto comiencen las pericias del Cuerpo Médico de la Corte Suprema, que revisará 20 historias clínicas de pacientes fallecidos tras recibir el analgésico.
Previo a esa instancia, el Instituto Malbrán deberá entregar un informe final sobre los lotes sospechados: el 31.202 y el 31.244, fabricados en diciembre de 2024 y contaminados con klebsiella pneumoniae y ralstonia pickettii.
Los informes preliminares ya confirmaron la adulteración, lo que refuerza las sospechas sobre el accionar del laboratorio.
El trasfondo empresarial y político
Los lotes de fentanilo fueron elaborados por Ramallo S.A., empresa asociada a HLB Pharma Group, y distribuidos por la droguería Alfarma, también vinculada a Furfaro.
El ministro de Salud nacional, Mario Lugones, acusó al empresario de tener connivencia política en gestiones anteriores y lo calificó de “delincuente”. Además, inició un sumario interno en el INAME, dependiente de la Anmat, para determinar responsabilidades dentro del organismo de control.
“Furfaro y esta banda estaban relacionados con la política. ¿No llama la atención que un empresario que empezó con una verdulería en el conurbano terminó con aviones y contratos millonarios?”, lanzó el titular de la cartera sanitaria nacional.
Lo que viene
Con la pericia médica clave a días de comenzar, la Justicia busca confirmar si existe una correlación directa entre el fentanilo adulterado y las muertes registradas. Mientras tanto, García Furfaro dice esperar su inminente detención: “Prefiero ir preso a que me maten para que no se sepa la verdad. Si soy culpable, lo decidirá un juez. Yo trabajaba, no mataba gente”.